Capítulo 9 Las Fiestas

Era la primera navidad que Atenea y Venus pasaban fuera de casa, lejos de sus familias, lo que las tenía un poco decaídas. Para Afrodita ya era la tercera, con lo que, por una vez, era quien más ánimos tenía en el grupo.

Una mañana, poco antes de Nochebuena, se fue a comprar un arbolito y decoración para ambas casas. Mientras las chicas estaban fuera, ella entró en casa de Venus y junto con Aldana y Tebbi, decoraron todo. Lo mismo hicieron después con su propio departamento, haciendo así que sus amigas se tomaran las fiestas con un poco más de espíritu y alegría.

Cuando las chicas volvieron y vieron todo tan navideño, la sonrisa invadió sus rostros. Más cuando una llamada entró al teléfono de Afrodita.

-¡Hola bonito!- contestó -espera que pongo el altavoz.

-¿Qué tal la entrevista? ¿Muchas fans guapas?- preguntó Atenea moviendo las cejas, como si pudiera verla.

-Todas nuestras fans son hermosas- respondió él. Las chicas se rieron.

-¡Qué bien queda eres Jojo!

-¿Cómo están chicas? ¿Cómo está Taz?

-El baby está bien, pero te extraña. Ahora está con Aldana.

-Oh my boy. Well girls I have to go, vamos a entrar a la radio.

-¿En qué emisora? Hemos descargado una app para poder escucharles a través del mundo.

-Little stalkers- comentó entre risas. -Hitz Dance FM. Las dejo bellas, un beso enorme.

-¿Pequeñas stalkers? No lo sabe bien el amigo- dijo Atenea tras finalizar la llamada, algo que hizo reír a sus amigas.

Llegó la Nochebuena y aunque Venus odió dejar a su bebé en casa para irse a trabajar, la noche valió la pena.

Los bailarines, vestidos de un sexy Santa Claus, bailaron como nunca y llenaron sus trajes y su ropa interior de billetes, ya que la sala había llegado al aforo completo. Michael, Bati y Fabi, vestían únicamente pantalones rojos y gorro, lo que dejaba a la vista sus trabajados cuerpos. Por su parte, las chicas lucían sexys vestidos rojos y unas diademas con cuernos de reno.

A la mañana siguiente, ya 25 de Diciembre, Tebbi despertó a toda la casa a gritos, incluidas las españolas que habían dormido en el sofá cama para poder ver la cara del niño al abrir los regalos.

-¡Mamá, Legalos!- gritaba mientras corría de un lado para el otro por todo el salón.

-Sí mi amor, pero todavía no se pueden abrir- dijo ella rascándose la cabeza mientras salía de la habitación con los ojos aún medio cerrados.

-¡Feliz Navidad, Tebbi!- gritó Afrodita, abriéndole los brazos para que corriera a abrazarla.

-¿Qué hora es?- preguntó Atenea aguantando las ganas de estrangular al niño.

-Las ocho de la mañana- respondió Aldana, que salía de su habitación como una rosa.

-Mecagoentolocagable- maldijo entre dientes la rubia, puesto que había dormido apenas dos horas y media.

Finalmente, con todos ya despiertos, Vee dejó que su hijo abriera uno de los regalos antes de que Fabi llegase para la comida. Él eligió, por supuesto, el más grande, el que sus “tías” le habían comprado. Una Scooter multifunción, que bien servía de monopatín, como de bicicleta pequeña, algo que al niño le maravilló.

Para que las chicas pudieran descansar un poco más, Aldana, que aún tenía tiempo antes de comer con su familia, decidió salir a pasear con Freya, el pequeño y su nuevo juguete. Además, le tendió su regalo y recibió uno que Vee le había comprado para agradecerle todo el esfuerzo que hacía en esos días por cuidar de su bebé.

Fabricio llegó cuando la au-pair de Tebbi salía por la puerta y fue directo a la cocina guiado por el olor que le llegaba.

-Chanchi, ya estoy aquí- dijo al entrar.

-Hola chanchi- respondió ella lanzándose a él cual koala, como siempre.

-¿Las chicas?

-Están terminando de arreglarse, ahora vendrán con los regalos. ¿Cómo estás, descansaste?

-No mucho po, pero es Navidad, hay que disfrutar.

-Y carretear- contestó ella entre risas, aunque ambos sabían que eso era imposible.

-¡Ya estamos en casa!- gritó Lovi al irrumpir. -Oh, Fab, ya estás aquí, genial porque me muero de hambre.

-Pues a la comida aún le falta así que mejor vayamos brindando.

Y así pasaron la tarde, entre risas y brindis. Y cuantos más brindis, más risas. Contaron anécdotas graciosas, intercambiaron historias incómodas y por lo que las chicas pudieron observar, también se intercambiaron coqueteos entre la rubia y el chileno.

-¿Y esto?- preguntó Venus al abrir sus regalos.

-Tú sabrás cuando estrenarlo- contestó Afrodita guiñando un ojo.

Un conjunto de lencería muy sexy, unos zapatos de tacón azules y una paleta de maquillaje de Urban Decay, habían sido los regalos de Venus, algo que realmente deseaba tener y, por supuesto, estrenar.

La siguiente en abrir sus paquetes fue Afrodita, que se encontró con su perfume preferido, un vestido lencero perfecto para provocar a su cita y un pijama cortito y con escote.

-¿Nos hemos leído la mente o es que somos unos zorrones?- preguntó divertida.

-Creo que opto por la segunda opción- contestó Atenea mientras abría su regalo.

Un recibo de unas clases de baile de salón y un resguardo de una cita en el Spa de su gimnasio.

-¿En serio?- preguntó sin expresión alguna.

-¿No te gusta?

-Me encanta- respondió finalmente con una sonrisa de oreja a oreja.

-Me alegro, te vi un poco estresada estos últimos días, supuse que te vendría bien una tarde de Spa y masaje- comentó Fabi, a lo que Atenea habría amado responder que ojalá el masaje se lo diera él, y a poder ser con mucho aceite y con todo el cuerpo, pero prefirió callarse.

Para cuando la noche llegó y antes de que se fueran nuevamente a trabajar, las chicas recibieron la llamada de Joel.

-Jojo- contestó Afrodita con clara pesadez por la ebriedad.

-¿Estás borracha?

-¿Yo?- negó cómicamente con la cabeza -no, no, yo estoy bien.

-¿No tienen que trabajar hoy?

-Y lo bien que lo vamos a pasar. ¡Chicas es Jojo!- gritó para sacarlas del baño, donde llevaban más de diez minutos.

-Joe- gritaron las otras dos muchachas con alegría.

-Oh my god... is someone sober there?

-¡Nosotras!

-Claro que sí... bueno, muéstrenme al único realmente sobrio de la fiesta. ¿Dónde está ese bebé travieso?

Las chicas cambiaron la cámara y le mostraron a Tebbi jugando bajo el árbol con las piezas de lego que él le había comprado.

-Le encantan Joel, muchas gracias- dijo sinceramente Venus. -No debiste molestarte...

-¡Te hecho de menos Jojo!- Afrodita, interrumpió su conversación haciendo un puchero. -¿Cuándo vuelves?

-No lo sé, no estoy seguro wey... ojalá pronto...

-Bueno, pronto o no, aquí estará esperando tu regalo y por supuesto nosotras, extrañándote- Comentó Venus, batiendo sus pestañas.

Poco antes de Nochevieja las chicas organizaron el casting para llevar a cabo, finalmente, la noche masculina, aprobada por mayoría.

Las aspirantes siguieron los mismos pasos que los chicos para pasar cada fase. Primero el baile, la barra y los aéreos.

Las tres candidatas seleccionadas tenían una gran técnica y mezcla de inocencia, sensualidad y fortaleza. Además de que en sí creaban un trío de lo más variado.

Por un lado estaba Luz, una asiática morena que dominaba la barra de Pol como si fuera parte de su anatomía. Por otro lado tenían a Charlotte, una rubia escultural que trepaba y bailaba en la cuerda como ninguna otra había hecho. Y por último, Ruby, una pelirroja llegada desde Europa para caldear sobre el escenario y subida a una silla.

-Bienvenidas a Lilith chicas, como podéis ver esto es un club más ambientado a mujeres, puesto que es un male strip club, pero nos gusta diversificar y decidimos que una noche masculina sería perfecto para nuestro local- comentó Atenea.

-Las normas son claras y se les dejarán claras a los hombres cuando entren. Las manos las podrán usar únicamente para lanzar billetes y en el momento que sintáis que alguno os toca de más será expulsado sin problema. Algo que también hacemos con las mujeres que se pasan de la raya- Añadió Afrodita.

-Ah, y algo muy importante, aquí todos nos llamamos por nuestro seudónimo. Ustedes serán nuestras ángeles, que bajaron a la tierra sólo para poner orden entre los pecadores. Ruby, tú serás Ariel. Charlotte, tú Adnai y Luz, tu nombre será Aba. Esperamos que se sientan como en casa- concluyó Vee antes de despedirse.

La mañana de Nochevieja Afrodita salió a patinar con Freya. Estaba bastante estresada y necesitaba evadir los problemas con música y un buen paseo. Seleccionó su lista de reproducción llamada “Mis amores”, a la cual pensó que debía cambiar el nombre y después patinó sin prestar demasiada atención.

-¡Mierda! I'm so sorry... I just...- tartamudeó al chocar con un chico por mirar a su perra.

-No te preocupes, yo también iba distraído mirando el teléfono- contestó el castaño de ojos claros y tez dorada que tenía en frente.

-Bueno, igual lo siento, me colgué mirando a la perra que se paró para...

-No te preocupes, debe ser todo un reto patinar con una correa. Me llamo Bryan- le dijo mientras guardaba el teléfono en su bolsillo.

-¿En serio? ¿Qué no hay más nombres a este lado del planeta?- se llevó las manos a la boca nada más hacer su pregunta y se disculpó. -Lo siento, es sólo que eres el cuarto que conozco en un mes que llevo aquí.

-Sí, es un nombre bien común, pero puedes llamarme Cruz.

-Afrodita- respondió ella estirando la mano. Él la agarró y tiró de ella para acercarse y dejar dos largos besos sobre su mejilla. Ese chico sabía como ponerla nerviosa.

-Siempre es un placer conocer a la Diosa del amor- Lovi se rio tímidamente -¿Y cómo se llama la culpable de nuestro encuentro?

-Freya.

-Otra Diosa del amor, increíble- los ojos de la española se abrieron de par, es fácil que la gente sepa sobre mitología griega, pero sobre la celta...

Para sorpresa de Lovi, Cruz resultó ser, a demás de atractivo, bastante interesante, pues comenzó a hablar con ella, en mitad de la calle, sobre la mitología celta que tanto llamaba la atención de la Diosa.

-Gracias por informarme sobre tantas criaturas, a partir de ahora me fijaré en si los hombres que conozco tienen orejas de conejo o un rabo largo- Cruz se rio a carcajadas al ver como los colores le subían a la morena y ella, que lo único que quería era aclarar el doble sentido, no pudo más que contagiarse de su risa.

Antes de que las campanadas dieran las doce, Joel y las chicas se pusieron en contacto por videollamada y así poder felicitarse el nuevo año, ya que después de las doce ellas deberían ir a trabajar.

-¿Hoy también trabajan? Aún no me han dicho que hacen- preguntó el mexicano.

-¿No? ¿De verdad?- se asombró Atenea.

-Pues tenemos un male stripp club llamado Lilith- respondió Venus con una guiñada de ojo picarona.

-¿Un club de strippers?- se escandalizó un poco. Ellas asintieron. -Que chido. ¿La pasan bien?

-Bueno, cuando no hay que echar a clientas borrachas o demasiado toconas, sí.

-Joel, ¿estás hablando ya con las niñas?- se escuchó una voz de fondo.

-Sí mamá, ya puedes venir a conocerlas- gritó -lo siento chicas, mi mamá insiste...

-¡Qué bien, vamos a conocer a nuestra suegra!- se burló Venus.

Él revoleó los ojos, sabía que hacía referencia a las bromas de sus amigos que alguna vez habían escuchado durante las llamadas.