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Afrodita-Lili

Afrodita-Lili

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Venus-Idlu

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Atenea-Lilu

CAPÍTULO 4 El comienzo

  • Foto del escritor: denovelasvalacosa
    denovelasvalacosa
  • 14 dic 2020
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 18 mar 2021

Cuando entraron en el local quedaron maravilladas con la decoración. Las paredes en color vino, el espejo en el pasillo, la puerta de granero... Al apartar las cortinas tras la puerta, que eran del mismo color que las paredes, sus bocas y sus ojos se abrieron tanto que parecían de goma.

-Chanchi, mira, ¡tenemos la barra! ¡Nuestra barra!- grito Venus corriendo hacia los brazos de Fabi. -Bellas, muchas gracias, no tienen idea cuantos años soñamos con esto-. Continuó diciendo entre sollozos y colgada cual koala de su amigo, quien la depositó con suavidad sobre la barra de hierro forjado.

-Vee, mira la parte de abajo, ¡son paneles de madera con esquineras de metal envejecido!- dijo Fabricio mientras se llevaba las manos a la cabeza.

Afrodita se secaba las lágrimas de emoción al ver la cara de felicidad de su amiga y al admirar las jaulas victorianas gigantes que colgaban sobre el centro de la sala.

-Yo siempre he pensado que es un poco bizarro meter a dos hombres a bailar ahí arriba, pero joder que bien quedan-. Apuntó Atenea.

-Me encanta... bailarán y las mujeres se quedarán anonadadas viendo sus movimientos. Se follarán los barrotes y luego se deslizarán por las cintas creando un maldito número de acrobacia aérea- afirmó Afrodita con los ojos iluminados. -¿Has visto el comedor?

La decoración del local mezclaba un poco los gustos de todas, lo clásico que le gustaba a Atenea con tonos modernos como quería Lovi y lo rústico de una tasca en Texas que pidió Venus.

Cuando Afrodita subió al escenario en forma de T, todos la siguieron con la mirada y ahí fue cuando al fin vieron la gran sorpresa. La ilustración de Lilith creada por el pintor John Collier en el fondo del escenario. Después corrió hacia la esquina donde se encontraba la mesa del Dj y el mando de luces, apagó todo, dejando a sus amigas sumidas en la oscuridad y justo antes de que Tebbi se pusiese a llorar, una luz negra se encendió haciendo que todo lo blanco que había en la sala luciera de color azul.

-¡Esto es para caldear el ambiente en los shows!- gritó mientras seguía jugando con los controles y creaba un baile de luces azules y rojas.

Después de jugar un poco fueron hacia las salas V.I.P, donde una pared negra estaba cubierta por cortinas traslucidas en color vino. A mano derecha un sofá acorde con los muebles del comedor, dos mesas a ambos lados y un espejo grande en la pared de enfrente.

-No me puedo creer que hayamos podido incluir todo lo que nos propusimos...- dijo Atenea al borde del llanto.

-Es nuestro sueño, todas teníamos que ganar- contestó Afrodita tratando de contener las lágrimas.

-¡Mierda chicas!... esto es nuestro cachai... ¡ES NUESTRO!.


Después de entrevistar a Fabricio, las españolas estuvieron de acuerdo en que se uniera a la plantilla. Le propusieron que volviera una semana más tarde, cuando el pedido de alcohol llegase y les enseñara lo que sabía hacer, para así poder crear el menú que Lovi debería diseñar.

-Por supuesto.

-Yo crearé uno especial al que podamos poner el nombre del club.

-Me encanta la idea Vee- contestó Atenea.

Antes de salir del local, le dieron un último vistazo a todo y lloraron nuevamente como niñas pequeñas al darse cuenta que su sueño se estaba cumpliendo, su plan estaba en marcha y todo iba como la seda.

-¿Qué es lo que falta que terminen?- preguntó Vee.

-Los baños y la terraza.

-Ah, mierda, ni cuenta me di- se rio la chilena.

Para cuando volvieron a casa ya era de noche y el momento perfecto para que Afrodita se pusiera creativa.


La semana pasó tranquila para las chicas. Los días siguientes a la visita, Afrodita se embarcó en un proceso de diseño gráfico en el cual puso todo su corazón. Diseñó primero el estilo de menú y después las carteleras y flyers que repartirían para la inauguración.

Atenea publicó en todas las redes sociales y plataformas de búsqueda de empleo las ofertas, tanto para bailarines con experiencia en acrobacias, como para Dj's. Debido al presupuesto, no contratarían camareros, así que las clientas deberían pedir en la barra y entre ella y Afrodita recogerían las copas vacías en sus momentos libres. Los vídeo-currículum fueron llegando y Ati fue descartando de apoco a los que consideraba que no encajaban con el perfil que buscaban. Finalmente redujo la lista a veinte bailarines y cinco Dj's a los cuales entrevistarían la semana siguiente.

Venus por su parte se quedaba en su apartamento con Tebbi y Fabi preparando nuevos cócteles que pudieran servir para su local. Sentían la magia en las manos cuando manipulaban las botellas, aunque ella había roto ya un par practicando malabares con las que quedaban vacías.

-Déjalo, me encargo yo de enamorarlas con mis manos- comentó Fabi al ver como su amiga se esforzaba sin resultado alguno.

-Si, será lo mejor, si sigo esparciendo cristales por el suelo al final el Taz se va a cortar-. Contestó ella.


El fin de semana Batista los invitó a comer a su casa para presentarle a su mujer y para que así Tebbi pudiera jugar con Junior, ambos pequeños se habían hecho muy amigos el día que se conocieron. Fabi acompañó a las chicas para poder presentárselo a su socio, el cual no había podido estar el día de la entrevista por asuntos personales. Asuntos que obviamente las muchachas no se molestaron en averiguar, aunque en el fondo esperaban que fuera el divorcio, pero sólo muy, muy en el fondo, porque aunque ninguna lo decía en voz alta, se morían de ganas de coger ese cuerpo cubano, musculoso y con tatuajes y hacerle cinco hijos más. -O al menos practicar como se hacen- se decía a si misma Afrodita.

Una vez terminaron de comer, Fabricio y Kerly, la mujer de Batista, se fueron al jardín con los niños y les dejaron solos para hablar de negocios.

-Mañana tenemos las entrevistas temprano, nos gustaría que te pasases para darnos una mano- le dijo Afrodita a su amigo.

-Sin problema princesas. Díganme hora y allá estaré.

-Les hemos citado a las diez, pero ven como a las nueve para organizar todo y darle un último vistazo a las obras. Ya apenas queda trabajo con eso-. Comentó Atenea.

-Necesitamos también otro favor, ¿podrías recomendarnos alguna niñera nocturna? A partir de Diciembre Tebbi tendrá que quedarse con alguien mientras nosotras trabajamos- preguntó Venus.

-Por supuesto, creo que Kerly tiene el número de un par de mujeres que son de confianza. De todos modos si no encuentran a nadie a lo largo de este mes, hablamos con ella y no tendrá problema en que dejen al niño acá.

-No quiero abusar Bati, bastante estás ayudando- respondió Vee con timidez. Algo por lo que no se caracterizaba.

-Somos socios hermosas, no les ayudo, hago mi parte del trabajo- dijo él con una sonrisa tan brillante que las chicas casi se desmayan.


A la mañana siguiente el rubio llegó junto a su mujer para recoger a las chicas y a Tebbi, que se quedaría con ella mientras los demás trabajaban.

-Vamos gordito, hoy nos divertiremos tú y yo, ¿te parece?

-¿Donde ta Junio?- preguntó inocente mientras estiraba los brazos para que le tomara.

-Está en la escuela mi amor. Pero nosotros lo vamos a pasar en grande ¿sí?- y el niño únicamente asintió.


Según pasaban los candidatos al puesto para Dj, Batista y las Diosas, iban descartándolos, pues no eran lo que estaban buscando. Necesitaban a alguien que les erizase la piel, que les hiciera sentir magia.

Habían pedido a todos que preparasen una composición musical digna para ese tipo de clubs, pero no sintieron ni un mísero cosquilleo con los cuatro primeros.

-¿Michael K?- preguntó Venus en voz alta.

En ese momento un chico de treinta y dos años, pero que no aparentaba más de veinte, de piel oscura y sonrisa, brillante se levantó.

-Adelante- continuó Vee. -Haznos vibrar- le pidió. Y eso hizo.

Las chicas tenían los pelos de punta, la piel erizada y los pezones duros como piedras. Exactamente la reacción que esperaban de sus clientas. Imaginaban un sonido como aquel, un juego de bases y de ritmos tan brutal como el que acababan de escuchar, y a los chicos bailando en el escenario mientras se quitaban la ropa y se movían sensuales.

-Necesito una ducha- dijo Afrodita por lo bajito.

-Yo lo que necesito es...- prosiguió Atenea, dejando su frase a medias por vergüenza.

-Pues yo quiero verga chicas- finalizó Venus, sincera y bruta como era ella.

-Muy bien Michael, ¿puedes acercarte para hablar de las condiciones?- él hizo lo propio.

-Queremos ser totalmente francas contigo Michael, nosotras tenemos un presupuesto ajustado para el negocio y para contingencias. Es algo nuevo y no sabemos como va a funcionar...

-Lo que Afrodita quiere decir es que el sueldo estipulado puede mejorar en función de los ingresos que obtengamos. Aquí vamos a trabajar todos juntos, a una, porque es algo que nos conviene a todos. Comenzaríamos con un salario base de mil cien dólares si trabajas los siete días de la semana. En caso de no poder hacerlo, necesitamos encontrar a alguien que trabaje tus días libres y eso supondría una bajada en tu salario. El horario es de cinco horas. De doce a cinco de la mañana. Tienes derecho a pequeños descansos entre pase y pase y obviamente puedes consumir cualquier bebida no alcohólica. No nos gustaría que nuestros empleados se emborrachasen, eso supondría el despido inmediato. También tienes derecho a tu parte proporcional en las propinas y todo lo que las clientas te den en mano es tuyo- expuso Atenea.

-¿Qué te parece?- preguntó Venus al ver que el muchacho no respondía.

-Me parece perfecto. No tengo problema en trabajar todos los días si sólo son cinco horas. ¿En caso de necesitar un cambio, podría hacerse?- preguntó.

-Si necesitas un sustituto necesitamos que nos avises con tiempo para encontrarlo y que le enseñes la magia que generas, porque hemos visto a cuatro Dj antes que a ti y ninguno nos ha generado tanto.

-Gracias- contestó él orgulloso y realmente agradecido.

-Ahora necesitamos que te quedes, si es que aceptas, para que hagas lo tuyo en el casting.


Los bailarines comenzaron a llegar y Michael K estaba listo en su cabina para hacerles bailar.

Mientras iban entrando, las Diosas se acomodaron en su lugar y Batista subió junto con ellos para explicarles que debían hacer.

-Cójanlas por sorpresa, pónganse encima de ellas y “fóllense” a cada una como si su vida dependiera de ello- dijo en un susurro para que únicamente ellos le pudieran escuchar. -Y si pueden, hagan algo mejor que esto- concluyó antes de hacerle una seña a Michael y... Sí, se puso a bailar. Movió sus caderas despacio y sensual al ritmo de la música y a las tres diosas se les cayó la baba, se le humedeció la entrepierna y se le evaporaron las bragas. El muy maldito sabía lo que generaba en las mujeres y le encantaba explotarlo.

Paró cuando sólo le quedaba por bajarse los jeans y dándose la vuelta hacia los bailarines se recochineó diciendo:

-Todas suyas, ya están a punto-. Y volvió a mirarlas con una sonrisa canalla.

Uno a uno los muchachos fueron mostrando sus aptitudes y Afrodita, Atenea y Venus en lo único que podían pensar era en a cuál de los veinte se llevarían al reservado. Difícil, estaba reñido y lo veían todo muy... duro...

-Emm... chicos... emm...- Lovi no conseguía centrarse en lo que tenía que decir. -osea... joder... lo habéis hecho muy bien y eso...

-¿Muy bien? Lovi, todavía estás temblando... igual que tus amigas- se burló Batista.

-Bati, calla. Decía, que lo habéis hecho genial los veinte, pero sólo necesitamos cuatro. ¿Alguno sabe hacer acrobacias aéreas?- quince levantaron la mano. -Muy bien, queremos verlo. Necesitamos que subáis a las jaulas, bailéis y luego finalicéis con un numero aéreo-. Consiguió decir sin perder la compostura en esta ocasión.

Tras ver el show de los quince chicos las muchachas tenían las cosas un poco más claras.

-De acuerdo- dijo Venus carraspeando. Cogió su vaso de agua, le dio un sorbo y continuó. -¿Jaden, Izan, Blacke y Daniel podéis acompañarme por favor?- Ellos la siguieron hasta una de las salas V.I.P.

-Muchas gracias al resto, nos pondremos en contacto con vosotros en caso de necesitar más staff, creedme que lo habéis hecho todos muy bien y nos encantaría poder contrataros, pero no será en esta ocasión- comentó Afrodita al ver que los otros chicos habían desaparecido junto con Ati y Vee. En el fondo se sentía tan culpable por mandar tanto bombón a casa que terminó dando veinte mil explicaciones.

-Los chicos son exactamente lo que buscamos. Jaden el militar. Izan el latino. Blacke el joven risueño y tierno, Daniel el europeo caliente y Michael el mulato con magia en los dedos-. Comentó Venus cuando al fin todos habían firmado y se quedaron solas.

 
 
 

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Yeslin Vela Andrade
Yeslin Vela Andrade
Feb 24, 2021

Ya tenemos al equipo de trabajo

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