top of page
Afrodita-Lili

Afrodita-Lili

IMG_20201114_111643_937.jpg

Venus-Idlu

Screenshot_2020-09-05-21-24-39-385_com.i

Atenea-Lilu

Capítulo 29 El pasado ataca a Venus.

  • Foto del escritor: denovelasvalacosa
    denovelasvalacosa
  • 20 abr 2021
  • 10 Min. de lectura

Saliendo del estudio los chicos se fueron directamente al hotel, estaban agotados y necesitaban una ducha y dormir un rato. En lo que subían a las habitaciones, Clara apartó a Christopher para hablar con él.

—Chris, sé lo que pasó anoche. Pese a los intentos de Joel por entretenernos, vi a una chica salir de tu dormitorio. —La cara del ecuatoriano se descompuso—. Agradece que fuera yo quien la viera y no Ali, sabes que no pueden traer chicas al hotel, podrían multarles.

Él no era conocido por su mal carácter, al contrario, siempre tenía una sonrisa en los labios y alguna broma que hacer, pero tras varias horas meditando sobre el hecho de tener que sacar a alguien a hurtadillas de su habitación, estaba demasiado molesto como para tomar la advertencia de Clara con buen gusto.

—So, no puedo tener pareja y tampoco puedo acostarme con nadie ¿Saben que tengo veintiséis años, verdad?

—Sé a lo que te refieres, cariño y te entiendo, no es justo, pero no digo que no tengas nada en Miami, sólo que durante las giras...

—Nos pasamos la mayor parte del año en un avión —la interrumpió.

—Nunca dije que sería fácil, para mí tampoco lo es, pero acostarse con mujeres durante las giras puede causar controversia, ya viste lo que pasó la última vez con Instagram.

—No entiendo que quieren que hagamos con nuestra vida, no podemos tener pareja, no podemos tener relaciones...

—Pueden tener lo que quieran, ya lo han hecho antes, sólo que no puede hacerse público y de alguna manera cuando las traen...

—Llámame loco si quieres Clarita, —volvió a interrumpirle—, pero tener una relación y no poder ir a comer, cenar, al cine o a la playa tranquilamente, hace que se desgaste la pareja y lo sabemos todos perfectamente, nos ha pasado antes.

—Chris, yo... sólo intento ayudarte, te lo digo como amiga, están avisados, sabes que vendemos una banda de chicos asequibles para las fans, si se enteran de lo que hacen...

—Se pierde la magia y se arma lío. Lo sé.

—Hagan lo que quieran, pero fuera de las cámaras de los hoteles ¿Sí?

—Perfecto, entendido —respondió enojado, aceleró el paso y se dirigió hacia su dormitorio.

—Christopher —le llamó antes de que entrase—, no te enfades conmigo, yo te quiero mucho —él sonrió forzadamente y abrió la puerta—. Llegará, cuando menos lo esperes llegará esa mujer a la que no le importe esperar meses para verte y que te dará tanto amor en esos días que no necesitarás saber de nadie más, aunque sea en el salón de tu casa.


Atenea, terca como siempre, se opuso a quedarse en la cama, pero fue tras un ligero vahído que decidió hacer caso al Dr. Rodríguez y se obligó a hacer reposo, mientras Afrodita y Venus se encargaban tanto de la casa como del local.

Fabricio, preocupado por ella, pasaba sus horas libres tratando de darle cariño y aligerando un poco la carga que Lovi se había autoimpuesto a la hora de cuidar de su mejor amiga.

Poco a poco y con el pasar de los días, la rubia había cogido algo de peso, sus ojeras habían disminuido y el a libido había subido, lo que hizo muy feliz a quien descansaba con ella.

Una llamada despertó a Afrodita en su primera noche libre desde que todo sucedió, pues Atenea, que ya se sentía lo suficientemente fuerte, había vuelto a trabajar. Miró la pantalla y al ver el nombre de Joel, se restregó los ojos, se sentó en la cama y atendió, ya que llevaba más de una semana sin poder hablar con ninguno.

—Hola tronca. ¿Estabas dormida? —Afrodita acomodó su pelo y volvió a restregar su ojo derecho.

—¿Quí hubo wey? Hoy fue mi noche libre.

—Pues menos mal que me atendiste, pensé que se habían olvidado de nosotros.

—Ay, Jojo, lo siento mucho, no quisimos desaparecer, es sólo que hemos tenido mucho trabajo, Atenea ha estado en cama, se desmayó la semana pasada y bueno... ha sido todo un caos. Lo siento.

—¿Qué, cómo que se desmayó, está bien?

—Sí, sí, sólo fue agotamiento y un pico de estrés. Tenemos mucho trabajo, pero ya está perfectamente. ¿Tú dónde estás?

—En el aeropuerto de Barcelona, de camino a Madrid.

—Ay, España, mi Madrid, a veces lo extraño. ¿Y qué tal va la gira?

—Oye loco ¿con quién hablas? —preguntó Erick mientras se acercaba a su amigo.

—Con Lovi.

—Lovi, bella, nos tenían preocupados ¿Qué andan haciendo que se olvidan de nosotros? —La morena sonrió al ver su carita a través de la pantalla.

—Bebé, cómo extrañaba ver tu linda carita. Estuvimos muy ocupadas con el club.

—Después te cuento, wey —le susurró Joel.

—Bueno chiquitos, pasadlo de puta madre. Voy a seguir durmiendo, os llamo cuando amanezca por aquí. Os quiero.

—Dale bonita, hablamos más tarde. Love you.

—¡Yo también te quiero, Lovi! —gritó el menor llamando la atención del resto de sus compañeros que hasta ese momento habían permanecido al margen de la conversación.


Al despertar de nuevo unas horas más tarde, encontró en su teléfono un mensaje de Zabdiel, a quien extrañaba demasiado y con quien no había hablado en mucho tiempo, así que decidió arreglarse un poco antes de hacerle una video-llamada.

—Hola bonito —sonrió—, te he extrañado.

—Hola mami —su mirada triste le borró la sonrisa de un plumazo.

—¿Qué sucede?

—Nada, sólo que la extrañaba, mami. Te escuché hablando con Joel en el aeropuerto...

—Sí —le interrumpió—, el loco me llamó a las tres de la mañana. ¿Ya estás en Madrid?

—Sí, ya tuvimos la primera entrevista. Ahora vamos a comer.

—Ya parecéis españoles comiendo tan tarde. A ver, déjame ver donde estás —Zabdiel cambió la cámara y le permitió ver la Plaza de España—. Mira, si seguís Gran Vía hacia arriba, cambiando a la acera de enfrente y giráis en San Bernardo, justo después del Dunking coffee hay un chino que —puso los ojos en blanco mientras se mordía los labios, indicando lo rico que cocinaban ahí—, tenéis que ir y pedir Ku-Bak de gambas. Está delicioso. Se llama Rong Hua y queda junto al Museo del Jamón, al que deberíais entrar al menos para enviarme algo rico de mi país.

—Espera, déjame que les pregunto si quieren ir —dejó de mirar la pantalla y se dirigió a sus amigos—. Brothel, Lovi dice que hay un restauran de comida China por aquí cerca, pasando el Dunking. ¿Quieren ir? —todos asintieron así que siguieron las indicaciones rápidas que el boricua les dio mientras él seguía hablando con la Diosa.

—Oye, bonito, quería disculparme por estar tan desaparecida. Tuvimos mucho trabajo, Atenea no estaba bien, nos tuvo preocupadas a final de mes y hace una semana se desmayó, tuvo un pico de estrés y bueno, ya te puedes imaginar como hemos pasado estos últimos días. Espero que no te hayas molestado por haber sido tan descuidada y fría en el último tiempo...

Zabdiel, quien al fin comprendió porque la lejanía que sentía por parte de la española, quería darse cabezazos contra cualquier pared que se interpusiese en su camino.

—Lovi, yo... tengo que contarte una cosa.

—¿Qué pasa? —preguntó con el ceño fruncido.

—Dame un segundo que le indico a los chicos como deben ir al restauran. —Silenció el micrófono, se alejó el teléfono y se acercó a Joel—. Joel, ¿Tú sabías lo de Atenea?

—Me enteré esta mañana. ¿Le vas a contar a Lovi lo que pasó en Roma? —Estaba molesto, su rostro denotaba lo poco que le gustaba que sus amigos hubieran llegado con la misma ropa de la noche anterior el día que salieron de fiesta. Sabía, en el fondo, que en cualquier momento su comportamiento lascivo haría daño a las Diosas.

—Se lo voy a contar ahora. Me ha dicho que el restaurante está doblando la esquina y que le mandemos Jamón Serrano de la tienda del costado. —sonrió tiernamente al pronunciar lo último.

—Yo me encargo de guiarlos, ahora habla con mi amiga y dile la verdad.

—Mami, ya estoy aquí.

—¿Qué sucede Zab? Tienes cara de haber atropellado un gato.

—Bueno, creo que debo ser honesto contigo y... al llegar a Roma, Richard dijo algo de que Venus estaba con un tipo y como no me atendías las llamadas... yo... discúlpame por favor.

El semblante de Afrodita pasó de preocupado a serio en cuestión de segundos.

—No te preocupes, sea lo que sea que hayas hecho estás en todo tu derecho. Tú y yo no tenemos nada, somos sólo amigos.

—No somos sólo amigos...

—Por supuesto que sí. Somos dos amigos que se acostaron un par de veces. Lo hemos pasado bien juntos, claro que sí y te tengo mucho cariño, pero no somos pareja y tú puedes hacer lo que te plazca. De verdad, no me enfado, puedes seguir haciendo lo que quieras.

Lovi tragó duro, le dolía el corazón, pero no iba a dejar que ningún hombre volviese a verla llorar. Si Zabdiel había decidido acostarse con otras por una suposición, estaba bien, no tenía ninguna razón para no hacerlo.

—No me digas eso, mami, yo sé que no somos novios, pero... no fue mi intención. En realidad yo desperté pensando que eras tú, había bebido demasiado y...

—No sigas Zab, de vedad, no tengo tiempo, debo ir a preparar el desayuno de Ati. Hablamos en otro momento. Disfruta de Madrid, id al Retiro, al Templo de Debod al atardecer y quedaros por la noche, es precioso. Si tenéis tiempo id al parque de las siete tetas o al parque El Capricho. —Se rio irónica... capricho, eso es lo que ella era para Zabdiel—. Pásalo bien. Nos vemos.


Venus entró en su casa después de dejar a su hijo en la guardería con las pilas totalmente cargadas, con una energía que hacía tiempo no tenía y con la sensación de que nada podría perturbarla. Hasta que su teléfono sonó.

—Aló ¿Quién habla?

—Venus, soy yo —la sangre se le heló al reconocer la voz y no pudo contestar—. Vee ¿Sigues ahí?

—¿Qué quieres? Aquí no hay nadie por quien debas llamar.

—Sabes que no es así —replicó molesto—, llamo por nuestro hijo.

—¡Mi hijo! No nuestro, porque hace un año que decidiste desaparecer de su vida.

—Mentira, tú te lo llevaste a no sé donde y recién conseguí tu teléfono.

—Qué raro, porque tengo el mismo desde los quince, además llevo fuera cinco meses, no un año, así que no inventes excusas culiás que ni al caso...

—No seas injusta —le interrumpió—, tú sabes todo lo que tuve que pasar, pero ya estoy aquí y estoy bien...

—Me vale diez mil hectáreas de verga, perdiste la oportunidad de ser el padre que el Tebbi necesitaba, ahora no me vengas con mierdas. Has sido un papá mediocre todo este tiempo y MI hijo ya no te necesita. Por suerte tiene una mamá que sí lo da todo por él y que lo dejó todo por darle una vida mejor. Tú preferiste a tus amigos por sobre el Esteban, así que ahora no te creas con el derecho de llamarle mi hijo. —La voz se le endurecía y quebraba en partes iguales—. No me llames de vuelta, si quieres saber algo del niño le preguntas a tu mamá que es con quien habla todos los días. Ah, y tranquilo, nunca le diré nada malo de ti, sí él algún día quiere conocerte, no me negaré. —Se terminó de quebrar.

—Soy su papá, tengo derecho...

—No, no lo tienes, ni siquiera legal, mucho menos moral. Deja de hincharme los ovarios que un año sin saber de ti me ha dado la tranquilidad que me robaste por cuatro. No vuelvas a llamar.


Finalizó la llamada con las lágrimas de rabia recorriendo su mejilla. Hoy debía ser un día alegre, se había despertado con tanta energía que pensó que nadie podría arrebatarle las ganas de sonreír. Jamás imaginó que su pasado volvería para joderle el día.

—Basta Vee —se dijo mientras limpiaba sus mejillas empapadas—, este tipo jamás podrá contigo.

Se puso en pie, recordó por lo que estaba luchando, por quien lo hacía y sacó toda su impotencia con un par de golpes a los cojines de su cama.

Una ducha y algo de maquillaje más tarde decidió llamar a su amigo Joel, el único con quien sentía, podía desahogarse en ese momento, pues la implicación sentimental de Erick y las chicas no iba a ayudar en absoluto.

El teléfono sonó varias veces y un rostro para nada parecido al de su amigo, apareció al otro lado de la pantalla.

—¿Chris?

—Hey, Vee ¿Qué se te ofrece, reina?

—Supongo que hablar con Joel —comentó obvia mientras hacía el intento de sonreír, aunque lo único que logró fue una mueca extraña.

—¿Estás bien, bella? Joel está tomándole unas fotos a Erick, espera, voy a buscarlo.

—Sí, todo bien, sólo fantasmas del pasado acechando, pero nada por lo que deba molestarte. Dile a Joel que me llame más tarde ¿Sí?

—Sé que no soy Joel o Erick, pero puedes hablar conmigo cuando quieras, siempre tendrás mi hombro para apoyarte. Dicen que soy bueno para escuchar.

—Gracias, quizá algún día lo haga.

Una sonrisa sincera tiró de las comisuras de los labios de la Diosa justo cuando Joel regresaba donde su compañero se encontraba.

—Hey, loco ¿Qué haces con mi celular? —miró hacia la pantalla cuando este le devolvió el teléfono—. ¿Vee?

—Pero que guapura tengo aquí, bebé.

—¡Ciao, Vee! —gritó Chris mientras Joel se alejaba para tener privacidad.

—¿Qué pasó? Tienes mala cara.

—Ay, Joe, necesito una oreja y un mega consejo ¿tienes tiempo?

—Dame un segundo, me está llamando Richard y no sé qué pasa.

—¿Dónde están?

—En un parque muy bonito que Lovi le recomendó a Zabdiel esta mañana, luego te mando algunas fotos. Espera un segundo.

—Nos vamos, ya se está haciendo tarde, tenemos que arreglarnos —el dominicano usó un tono más alto de lo habitual para llamar la atención de la chilena, estaba enojado.

—Ok, yo les sigo, estoy en una llamada importante. —Los chicos comenzaron a caminar y él se quedó rezagado para poder hablar con calma—. Ahora sí, cuéntame, te escucho.

Vee relató todo lo ocurrido con el papá de Tebbi, como se desentendió de todo desde el preciso instante en el que se enteró de que ella estaba embarazada, no teniendo los cojones suficientes para dar la cara con sus padres. También como se gastaba todo el dinero que debía darle para el niño en drogas y alcohol. Le contó que robaba a su propia madre para invitar a sus amigos y que ella misma declaró en contra de su hijo en el juicio por la patria potestad.

—Vee, eres una mujer muy fuerte y una madre excepcional. —Le decía.

La chilena siguió relatando como algunos de sus amigos se reformaron con el pasar de los años y como aún seguían en contacto, incluso se unieron a favor de ella en aquel bendito juicio que le dio la libertad de poder hacer con su hijo lo que mejor le conviniera.

—Tebbi ni siquiera lo llama papá, es como si no supiera quien es. Es cierto que al comienzo lo veía y pataleaba por tener el derecho de ver a su hijo, pero era todo mentira, lo único que quería era estar cerca de mí. El día que comprendió que nada pasaría, desapareció.

—¿Y qué hiciste?

—Le denuncié, como ya te dije, gané y me vine a Miami. Ahora llama como si no hubiera pasado nada reclamando derechos que ya no tiene. No sé que hacer ¿Tú qué piensas?

—Ya te lo dije Venus, eres una madre y una mujer increíble.

—Gracias Joe, pero me refería a la decisión que tomé de no dejarlo entrar en nuestras vidas de nuevo. Siento que de hacerlo mi bebé va a sufrir.

—Estás en todo tu derecho de dudar de él, te ha dado años de motivos para hacerlo y me encantaría decir que ojalá insista en formar parte de la vida de Tebbi, pero por su bien espero que no lo haga. Y Vee, tú no estás sola ¿Lo sabes, cierto? Mucho menos ese pequeño Taz.

—Gracias por tanto Joe, I love you so much babe.

—Love you too, princess.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Capítulo 65 Primera cita

El crujido de la cama alertó a Venus, quien rio a carcajadas al escuchar un —shit— al otro lado de la pared. Conocía aquella voz y...

 
 
 
Capítulo 64 Verdades que duelen

Las mujeres se le iban acercando mientras pasaba por el centro de la pista, pero no les prestó atención. El rubio sólo tenía una cosa en...

 
 
 
Capítulo 63 Hora de ser sinceros

Un carraspeo interrumpió aquel beso que se había hecho eterno. Sus labios habían quedado enrojecidos entre succiones y pellizcos. Se...

 
 
 

6 Comments


Lou <3
Lou <3
Apr 20, 2021

Vee y Rich hablarán???

Like
denovelasvalacosa
denovelasvalacosa
Apr 20, 2021
Replying to

No te adelantes jajaja

Like

Lou <3
Lou <3
Apr 20, 2021

Ati sigue investigando??

Like
denovelasvalacosa
denovelasvalacosa
Apr 20, 2021
Replying to

Eso ya lo verás

Like

Lou <3
Lou <3
Apr 20, 2021

Ayyyy quiero llorar🤧🤧🤧🤧🤧

Like
denovelasvalacosa
denovelasvalacosa
Apr 20, 2021
Replying to

Ta triste

Like
Screenshot_2020-05-26-20-39-46-731_com.i

Joel Pimentel

Screenshot_2020-05-26-20-40-02-969_com.i

Erick Brian Colón

Screenshot_2020-05-26-20-39-54-352_com.i

Christopher Vélez

Screenshot_2020-05-26-20-40-19-526_com.i

Richard Camacho

Screenshot_2020-05-27-08-13-07-288_com.a

Zabdiel de Jesús

bottom of page