Capítulo 19 Instagram

Venus se estaba quedando dormida, abrazada a Fabi, cuando su teléfono comenzó a vibrar. Se revolvió un poco molesta, no quería contestar, pero sabía que podría ser Aldana quien llamaba, por algo relacionado con Tebbi.

<<¿Viste este video?>> Le sorprendió en la pantalla el mensaje de Selene, que al parecer había decidido madrugar y había pasado las primeras horas del día repasando las redes sociales.

Vee se metió en un enlace que le redirigió automáticamente a las historias de Joel, las mismas que Afrodita había visto la noche anterior. Joe y Erick cantaban y bailaban sin parar, con la ebriedad reflejada en sus ojos, mientras Christopher besaba a una rubia en la parte de atrás. En el siguiente vídeo Zabdiel irrumpía en la pantalla de la mano de una mujer; y en el último ya sólo se veía a sus amigos bebiendo y cantando.

Se sentó en la cama con un ligero mal humor. Sabía a la perfección que esos hombres eran libres de hacer lo que quisieran, pero en el fondo le molestaba bastante ver a todos disfrutar de otras chilenas que no fueran ella.

Aprovechó que se había despejado y que Fabricio se había dormido, para ver las historias de Chris, quien también había publicado contenido para sus fans. En el primero se veía a Richard sonriente, con una gran tarta delante y a su lado, una chica bastante hermosa. Después a Zabdiel, al que se le podía intuir un poco de carmín al rededor de la boca. Y finalmente, un vídeo de Joel y Erick en la entrada del hotel despidiendo a dos chicas con un beso en los labios.

Venus saltó de la cama un tanto enfurecida, más, quizá, de lo que debería, pero es que las últimas imágenes para nada se las esperaba. En alguna ocasión había visto a Erick con chicas en discotecas, como aquella vez que le encontraron con Nadia en Cancún, pero ahora que le conocía sentía la necesidad de protegerle, de cuidarle como a un hermano pequeño y quizá fue por eso que ver aquello le molestó tanto.

Antes de volver al dormitorio paseó por el salón buscando en su cabeza que era lo que debía hacer. ¿Era lógica su reacción? Apenas había dormido, tenía sueño y a esas horas, también hambre, lo que no le dejaba pensar con claridad, además de que aumentaba su mal humor exponencialmente.

Pensó en llamarle, pero la poca lucidez que le quedaba le hizo ver que probablemente estaría durmiendo en aquel momento, así que, antes de volver a la cama, envió dos mensajes.

<<Mira lo que hacen cuando están de gira...>> Le escribió a Afrodita, la cual le respondió de manera cómica tras ver los vídeos.

<<Pensé que me dirías: Mira lo que hace la guarra de tu hija. Como en Scary Movie jajajaja. Son críos, deja que se diviertan>> Y aunque lo tomó a broma, ver todo aquello a ella tampoco le hizo especial ilusión.

Erick se despertó de golpe tras escuchar su teléfono vibrar una y otra vez. Había pasado así las últimas horas, pero no se había percatado hasta aquel momento.

Se recostó en la cama y con las legañas aún pegadas en los ojos, agarró su teléfono y miró quien le escribía tanto. Aunque la verdadera expresión debía ser: Quienes.

El primer mensaje que leyó fue de Vee, el cual le asustó un poco; aunque supuso de que se trataba tras chequear las redes sociales.

<<Avísame cuando despiertes, tenemos que hablar. V.>>

<<¿Qué pasó anoche? La envidia me corroe>>

<<Pero que golfos, no puedo creer que te montaras una orgía con Joel>>

<<Joerick is not real (emoticono llorando)>>

<<Joerick ahora suma dos miembros más>>

El cubano, sin entender porque la gente estaba mandándole esa clase de mensajes por Instagram, se desesperó, hasta que en uno de ellos encontró lo que causaba tal revuelo.

—¡DESPIERTA! —Le gritó mientras le lanzaba la almohada contra su compañero, el cual dormía plácidamente.

—¡Oye, compadre ¿Qué te pasa?! —preguntó molesto sin abrir aún los ojos.

—¡Tú me pasas! ¿Qué carajo publicaste anoche?

—¿Qué? No sé de que hablas —Chris aún seguía dormido y no entendía de que se le estaba acusando.

Erick, sin paciencia y de muy mal humor, le lanzó el teléfono a la cara, el cual por suerte el ecuatoriano pudo atajar. Lo agarró y frotándose los ojos para poder enfocar, vio el vídeo que había grabado la noche anterior.

—¿Sabes en la mierda de problema que me metiste, Vélez?

—¿Te asustaste? Está en mejores amigos brother.

—Mejores amigos y una verga. Me acaba de escribir medio fandom a causa de eso, así que NO ESTÁ EN MEJORES AMIGOS. —Gritó tan alto que Zabdiel, el cual seguía durmiendo, se despertó molesto.

Chris quería meterse bajo tierra, se sentó en la cama y revisó su teléfono; él también tenía cientos de mensajes.

<<Luego que por qué te llamamos gato>>

<<No eres mujeriego, sólo te gusta comer...>>

<<No puedo creer que grabaste a Joel y Erick con otras chicas>>

<<La venganza de Christopher...>>

<<Zabdiel con hambre come hasta carmín>>

Entró rápidamente a sus historias y borró todas ellas, pues se acababa de dar cuenta que había escrachado a todos sus compañeros sin querer.

—Mierda, disculpa compadre, no me di cuenta, era una broma, no quería subirlo para todo el mundo, era sólo para nosotros.

—Estoy cansado de tus bromas Christopher... —Le replicó el menor—. Me voy a desayunar, se me ha quitado el sueño. Luego le explicas tú a Joel porque salía besando a María en Instagram. ¡Le va a encantar! —Levantó sus brazos con exageración y Chris tragó duro, aunque sabía que Joel era quien menos tenía que decir, ya que la mayoría de sus mensajes eran consecuencia de las historias de éste.

Zabdiel miró a su amigo con desaprobación, él le había advertido la noche anterior, pero estaba tan borracho que no le dio importancia, pensando que el ecuatoriano haría lo que había prometido.

—¿Algún día dejarán de jugar en las redes? —preguntó, a lo que Chris respondió agachando la cabeza un segundo y volviéndose a tumbar para tratar de dormir de nuevo.

Richard se encontraba en la cafetería, desayunando, cuando Erick entró por la puerta con tal mal humor que parecía que salía humo de sus orejas. Le llamó para que se sentara con él y al verle de cerca, con esa cara de pocos amigos, no pudo evitar reírse.

—No te rías, no tiene gracia. —Le dijo frunciendo el ceño.

—Claro que la tiene ¿No has visto los memes? —Erick clavo sus verdes ojos, oscuros de rabia, sobre su amigo—. ¿Sigue vivo?

—Por ahora. Estuve apunto de ahogarlo con la almohada, pero ya se encargará Joel cuando se despierte.

—Se le viene una difícil al Christophelón. Hoy me encontré con algunos mensajes de fans reprochándome que estuviera con alguien a mi lado mientras soplaba las velas. Por suerte fueron más los mensajes de felicitaciones. Supongo que al ser mi cumpleaños se me permiten más cosas. —Se burló.

—Ya te llegará a ti el día, ya... —comenzó a tomar su café cuando se dio cuenta de que Richard iba vestido con la misma ropa de la noche anterior.

—¿No dormiste acá?

—No dormí brother, Alejandra no me dejó.

—Esa chamaquita te va a volver loco, asere.

—Cada vez que venimos.

Para cuando el cubano volvió a su dormitorio ya no estaba enfadado, era algo que solía pasarle, sobre todo con su hermano mayor, con el que no aguantaba enojado más de dos minutos. Cuando entró se encontró con Chris levantado, arreglándose para ir a la entrevista mientras a su vez hacía la maleta. Zabdiel sin embargo seguía haciéndose el remolón.

—Lo siento, compadre —le repitió. El joven se encogió de hombros y le restó importancia a lo ocurrido, dejando más tranquilo a su compañero.

Zabdiel finalmente abrió los ojos con dificultad y salió de la cama a regañadientes. Se puso lo primero que encontró y bajó a desayunar junto con el ecuatoriano, pues su estómago se lo pedía a gritos.

—¿Resaca? —preguntó Erick con una sonrisa burlona.

—No mucha, me tomé una aspirina antes de acostarme y bebí mucha agua al final de la noche.

—Sabemos cuidarnos. No tardes en volver en una hora debemos salir.

Venus no podía dormir sin imaginar a Christopher entre las piernas de una rubia, a Zabdiel con otros pechos en la boca y a Erick siendo atacado por cientos de mujeres, mayores que él, haciéndole de todo.

Dejó a Fabi en la cama, salió de su departamento y con la llave que tenía de repuesto, se coló en casa de sus amigas, donde se encontró a Batista hablando con Atenea sobre sus problemas maritales.

—¿Está Lovi?

—En la ducha, ¿Por qué?

—Nada importante...

—Nosotros si debemos hablar algo importante, ¿café?

—Denme un segundo que hable con ella y salimos enseguida. Necesitaré uno bien cargado.

Vee entró a la habitación y se sentó en la cama a esperar que Afrodita saliera de la ducha. Cuando esta lo hizo su grito se escuchó tan alto que Freya comenzó a ladrar.

—¿Qué coño haces aquí? Me has dado un susto de muerte.

—¿Viste los vídeos?

—Sí, los de Joel los vi anoche.

—¿Y?

—¿Y qué, Venus?

—¿No te molestó ni un poquito?

—Claro que sí, pero son libres de hacer lo que quieran.

—Pero Erick está muy chiquito para hacer tantas marranadas. —Afrodita comenzó a reírse.

—Dime que lo que más te molesta no es que Erick se acostara anoche con una chica porque me empezaré a preocupar.

—No... Bueno, sí. Erick es como mi hermano pequeño y me preocupo. Mira si la mina está pitiá y le roba todas sus cosas o le hace algo malo, brujería... mira sí le matan.

—Por favor, Vee ¿Te estás escuchando?

—Ah, entonces me vas a decir que no te preocupa la seguridad de tu Jojo... —dijo con rintintin.

—Por supuesto, pero son adultos, por favor, pueden hacer lo que quieran con sus vidas.

—Sí, pero...

—Sí, pero nada. Pobre Tebbi, la que le espera contigo. —Se burló mientras se acomodaba el pijama.

El teléfono de Venus comenzó a sonar y ella atendió rápidamente al ver de quien se trataba. Le dio una mala mirada mientras él saludaba con alegría.

—Lovi, es Erick. —Le avisó, ignorando por un segundo al joven.

—Vee ¿Estás bien? Me preocupó tu mensaje.

—Está celosa Erick, no quería verte con otras mujeres, pero no pudo evitar ver el vídeo.

—¿Celosa? —preguntó divertido.

—No estoy celosa, estoy preocupada. ¿Qué pasa si esas mujeres están locas y te hacen algo?

—¿Qué me iban a hacer? Soy un hombre fuerte.

—Eres un bebé, Erick, no podrías diferenciar a una buena mina de una pitiá.

—Está bien, disculpe, no sabía que tenía otra mamá.

—Creo que ella prefiere llamarte hermano menor. Ya te adoptó como tal.

—¿Al menos usaste protección?

—Sí, tranquila, tuve cuidado con eso. Siempre lo tengo.

—¿Y qué pasó? —preguntó Afrodita, tenía ganas de molestar a su amiga.

—No me lo cuentes, no quiero saberlo.

—No hice nada que no hicieran ustedes.

—Es precisamente eso lo que me preocupa, nosotras haríamos muchas cosas que un bebé como tú no debería ni imaginar. —Erick se rio y Afrodita con él, ganando así la partida y haciendo reír a Venus también.

Joel entró en el dormitorio como elefante en una cacharrería, dispuesto de colgar a Chris de los tobillos y desangrarlo lentamente, pero no estaba. Erick le avisó de que hacía un momento se había ido al restaurante a desayunar y cuando Joel se giró para salir en su busca, una voz le hizo cambiar de idea.

—Si no hicieras porquerías no tendrías que matar a nadie —le gritó Venus.

—Son las chicas, están al otro lado de la línea bastante enojadas con nosotros.

—¡Bellas! —saludó él, dejando a un lado su enfado y su cara de ogro. En ese momento Afrodita le arrancó el teléfono de las manos a Vee y le miró mal.

—¿Qué te pasa a ti? ¿Cómo te llevas a una desconocida al hotel? ¿Qué pasa si está loca y te hace algo? ¿Estáis los dos locos? ¡Sois unos niños todavía, no podéis hacer esas cosas! ¿Es que acaso no hay nadie que os cuide en ese maldito viaje?

Venus miró asombrada a su amiga y Erick se rio al escuchar hacia Joel, el mismo reproche que la chilena le había hecho a él. La cara del mexicano fue un poema, no sabía que decir ni como actuar ante aquel regaño y al darse cuenta de que la Diosa estaba conteniendo la risa, suspiró.

Las carcajadas de Afrodita se escucharon hasta en el pasillo, por donde Zabdiel y Chris volvían, haciendo que ambos se miraran y asintieran al darse cuenta de que sus compañeros hablaban con las chicas del club.

—Me asustaste Lovi.

—Esa era la idea.

Chris y Zabdiel entraron procurando no hacer ruido, no querían interrumpir, o quizás querían escuchar, sin ser vistos, a esas mujeres que la noche anterior les habían vuelto locos.

—No se enfaden, prometemos no volver a repetirlo —se disculpó con sorna Erick.

—No les creo nada. Sólo espero que la próxima vez no sean tan tarados de publicarlo en las redes.

—Tranquila, me encargaré de que eso no vuelva a pasar —afirmó Joel con rabia en su voz. Chris tragó duro.

—Les extrañamos.

—Nosotros también a ustedes.

Christopher tosió sin querer y Joel se volteó automáticamente, mirándole con odio y resquemor.

—Esto es una conversación privada. ¿Conoces el concepto de privacidad Christopher o tengo que sacar el diccionario para que te quede claro?

—Jojo, no seas duro con él.

—Pero...

—Pero nada Joe, que tú tampoco eres un santo —le recriminó Vee.

—Lo siento Joel, no era mi intención subirlo a Instagram. Osea, sí, pero en mejores amigos... —Joel resopló. Quería agarrarlo a golpes, pero las chicas tenían razón, él también había expuesto a su amigo en incontables ocasiones, así que no tenía derecho a tratarle tan mal.

—¿De qué lado están ustedes? —le preguntó casi en un susurro, mirando la pantalla.

—Del nuestro. Si no llega a ser por él no nos enteramos de nada.

—Oigan chicas, esto... —Chris titubeó mientras se acercaba al teléfono—, a veces las cosas no son lo que parecen y... bueno los chicos... no estaban haciendo nada, es sólo un mal efecto óptico. —Trató de defenderles por si había ocasionado problemas entre ellos. Por lo que habían escuchado, sí podía ser probable que tuvieran algún tipo de relación.

—Tranquilo Christopher, nosotras somos bastante liberales, los chicos pueden hacer lo que quiera siempre y cuando nos mantengan informadas, pero no de esta manera.

—Bueno, eso fue culpa mía, yo... —Las chicas se echaron a reír con pena por la cara de preocupación del ecuatoriano, pero todo se acabó cuando Richard entró al cuarto, ya cambiado, avisando a sus compañeros que debían salir pronto.

—Hablamos más tarde chicos, les dejamos que se alisten.

—Sí, tengan un buen viaje. —Lovi lanzó un beso y sonrió.

—¡Las queremos!