Capítulo 17 Feliz cumpleaños Richard
- denovelasvalacosa
- 3 mar 2021
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Tebbi ya se encontraba mejor, así que Vee decidió volver al trabajo y dejar que Aldana se ocupara de él aquella noche. Se arregló como hacía tiempo no tenía ganas de hacer y se dirigió a casa de sus socias antes de salir hacia el local.
—Me ha dicho Jojo que hoy es el cumpleaños de Richard.
—Como si no lo supierais —se burló Atenea.
—Bueno, él no sabía que lo sabíamos. El caso es que me ha preguntado si queremos llamarle como las chicas del club, para reírnos un rato.
—¿Quiere que llamemos a su amigo como las chicas del club cuando supuestamente estamos interesadas en él?
—A mi no me mires, es cosa de Jojo.
—Por mí sin problema, me muero de ganas de ver a ese papacito.
—Venus, la baba —bromeó Afrodita.
—Lovi, las bragas —se sumó Atenea, que acto seguido chocó los cinco con Vee.
—Idiotas. ¿Vamos a llamar o no?
—Sí, sí, llama, vamos a ver como nos las ingeniamos para reírnos un poco.
Joel se encontraba en la habitación de Richard, se terminaban de arreglar antes de salir de fiesta para celebrar los veinticinco del dominicano, cuando una llamada le hizo saltar. Agarró el teléfono y viendo el nombre en la pantalla sonrió.
—Hola hermosas —dijo al atender.
—¡Jojo, estás muy guapo!
—Gracias, ustedes también están muy lindas.
—A ti, Joelin.
—¿Están listas? —Preguntó impaciente. Las chicas asintieron y él se acercó a su amigo mientras llamaba su atención—. Rich, aquí está mi regalo, hay alguien que quiere felicitarte.
El moreno se acercó interrogante y una gran sonrisa se dibujó en su rostro cuando vio a las Diosas tras la pantalla.
—¿Qué pasó compadre? —preguntó Christopher, mientras se acercaba, al ver que nadie hablaba y su amigo miraba con expectación el teléfono.
—Feliz cumpleaños Richard, Joel nos contó que hoy cumplías veinticinco. —Dijo al fin Lilu terminando con aquel horrible silencio.
—Qué lástima que no estés en Miami para hacerte perder la cabeza —continuó Idlu mientras mordía su labio, haciendo una pausa dramática. Él abrió mucho los ojos y Christopher comenzó a reír sin que se le viera, algo que alborotó las mariposas en el estómago de dos allí presentes—, con nuestros cócteles, po. —En esta ocasión Richard también rio y llamó la atención del resto de integrantes de la banda.
—Un cuarto de siglo, ¿Cómo vais a celebrarlo? Supongo que le seréis infiel a Lilith y os iréis a cualquier otro local. —Comentó Lili fingiendo tristeza mientras ponía morritos de bebé y ojos de cachorrito. El resto del grupo asomó las cabezas en el preciso momento en el que escucharon Lilith y se quedaron impactados con lo bonitas que se veían aquella noche las chicas.
—Oh, pero si están todos los infieles.
—Hola chicos —saludó Idlu, hizo una pequeña pausa y siguió—, hola Erick. —Se mordió el labio de manera sensual haciendo que el joven se ruborizara y se riera cómicamente por sus nervios.
—Erick, pero que guapo estás —saludó Lili en esta ocasión y lo acompañó de un guiño. Christopher carraspeó llamando la atención de las chicas que parecían tener únicamente ojos para el cubano.
—¿Se conocen? —preguntó Zabdiel al ver cuantos halagos iban hacia su compañero.
—Un poco. Cuando comenzamos a ponernos celosas por tener que compartir a Joel, llamamos al chiquito para que se una también.
Richard abrió los ojos tanto que casi se le salen de las orbitas, Zabdiel se atragantó con lo que estaba bebiendo y Christopher se quedó completamente serio por primera vez.
Erick, Joel y las chicas no aguantaron más y comenzaron a reírse a carcajadas, sobresaliendo, entre ellas, la risa de Afrodita, que siempre tenía cinco tonos más.
—Mira Christophelón, se ríe como tú, brother. —Comentó Richard, haciendo que ambos se sonrojaran para luego reír como sólo ellos dos podían hacer. A carcajadas; algo que contagio al resto de los presentes.
—Bueno lindos, pasad una buena noche y disfrutad de la fiesta, nosotras nos vamos a trabajar. —Concluyó Lilu, la cual había mirado la hora en el reloj de pared.
Uno a uno se fueron despidiendo hasta quedar sólo Joel y las chicas, que le tiraron un beso con guiño de los suyos, algo que él imitó para después finalizar la llamada.
De camino al club, Afrodita confesó haber enviado un mensaje un poco jugoso a Cruz aquella misma tarde, pues necesitaba sacarse de encima la obsesión que tenía y que le llevaba a soñar con sesiones sexuales constantes. Siempre las mismas y siempre con el misterio de no saber quien era el hombre que se encontraba tras aquellas caricias tan bien trabajadas, caricias que siempre la dejaban a medias pues despertaba súbitamente acalorada y con las pulsaciones más altas de su vida. Si necesitaba sesiones de cardio, sus sueños se las proporcionaban, definitivamente.
Cuando entraron por la puerta del Lilith, lo primero que les recibió fue la cara de ogro de Batista que tantas veces habían visto en los últimos días.
—¿Ahora qué? —preguntó Afrodita con cariño. Era la que más paciencia le tenía.
—Izan llega tarde, otra vez. Deberíamos hablar con él.
—¿No le has dicho nada hasta ahora? Joder Bati, tú también eres su jefe, no nos puedes poner a nosotras como las malas siempre que hay un problema.
—Claro que le dije, Afrodita, pero no soy el único que toma decisiones aquí, si fuera por mí, estaría despedido hace rato.
—Tampoco seas exagerado que retrasar nos retrasamos todos alguna vez. —Atenea miró sorprendida a su amiga pues era la primera que odiaba la impuntualidad.
—Está bien, adviértanle cuando llegue porque a mí no me escucha; y no sé ustedes, pero esto no se puede tolerar mucho más tiempo. —Se dio la vuelta sin decir más y se metió en los vestuarios donde el resto del personal se encontraba.
Vee cruzó al otro lado de la barra y saludó a Fabi que había permanecido atento a su trabajo mientras aquella conversación transcurría.
—Lovi, tú eres la primera que odia la impuntualidad —le dijo Atenea cuando se quedaron solas.
—Sí, pero no estamos para despedir gente. Además, el pobre chico está haciendo honor a su nombre; Belfegor es la representación de la pereza, mejor no lo pudimos escoger. —Bromeó para quitarle hierro al asunto y sin darle tiempo a decir nada más, se fue tras Batista para dejar sus cosas.
Atenea se acercó a la barra y saludó a Fabi, algo que llevaba sin hacer desde la cita. Al verle no pudo evitar pensar en aquella conversación con sus amigas, esa en la que se repetían la mala suerte que estaban teniendo con sus relaciones y decidió dar el paso y volver a intentarlo. Aunque con Vee ahí, no pensaba decirle nada fuera de lo común.
—Hola Fabi ¿me das un vaso de agua por favor?
—Claro, sin problema —respondió él con una sonrisa, algo que sonrojó a la rubia y divirtió a Venus.
—Ya váyanse a un hotel.
—Llama al Doctor y deja de dar por culo. —Se defendió la española, después agarró su vaso de agua y se fue hacia el vestuario.
Daniel se encontraba hablando por teléfono y Jaden se echaba aceite en el cuerpo aunque teniendo en cuenta que no salía hasta tarde, no entendía muy bien por qué. El bailarín, al ver que ella le miraba interrogante le regaló una sonrisa y le contó que habían reservado un baile privado con él en una de las salas VIP lo que puso en alerta a la Diosa. Le pidió encarecidamente que estuviera atento y que por favor no dejase que se drogasen en la sala. Después, dejó sus cosas en la taquilla y salió para revisar los micrófonos.
Afrodita salió del aseo y al acercarse a su taquilla se encontró con Blacke sentado frente a ella, con la cabeza gacha y las manos inquietas.
—¿Todo bien, Mammón?
—Eh... sí —titubeó—. Bueno, es que...
—No me lo digas ¿te ha dejado el novio? —Bromeó para quitarle hierro al asunto.
—¡No! Por suerte seguimos bien —le respondió con una sonrisa más tímida que burlona. Era la primera vez que le veía tan inquieto y nervioso, algo que no le gustó—. Es que...
—Suelta la sopa, hijo, que me voy a hacer anciana.
—Nada, no importa —se levantó, dio un par de pasos en dirección opuesta a Lovi y ella le frenó agarrándole de un brazo.
—Perdón, no quería ser borde. ¿Estás bien?
Blacke se quedó mirando la mano que aún le sujetaba y con un tirón bien dado consiguió que la Diosa se acercara a él, más de lo que lo habían estado hasta ese momento. Ella tragó saliva y él, sin dudarlo un segundo, estampó sus labios contra los de ella mientras sujetaba con ambas manos los costados de su cara. Lovi abrió los ojos como platos por la sorpresa, se dejó llevar por un momento y después, con la mano sobre su pecho agitado, le alejó.
—Perdona, no debí...
—Tranquilo, no pasa nada, pero esto no puede volver a repetirse Mammón... Blacke, soy tu jefa, esto no está bien, no puedo, no debo, lo siento.
—No, yo soy quien lo siente, me lo imaginaba, bueno, lo sabía, pero no he podido contener las ganas de probar tus labios.
—¿Y a qué saben?
—A fresa. —Ella se rio y él se limpió la boca para quitarse los restos de pintalabios.
—Bueno, pues ya está, ojazos, ahora sácate la ropa. —Su comentario sorprendió al joven y eso le hizo reír—. Para que salgas, cochino, abrimos en quince minutos. Ve a limpiarte los morros y prepárate. Nos vemos fuera.
La noche fue perfectamente a pesar de que Izan llegó a diez minutos de la apertura y Michael directamente no apareció, aunque había avisado y como sabía de antemano que eso podía ocurrir en cualquier momento, dejó la mezcla preparada para que Batista lo único que tuviera que hacer fuera jugar con las luces y con los micrófonos, algo que había aprendido viendo como el DJ lo hacía cada noche.
Vee, como siempre, salió antes y se llevó una gran sorpresa cuando, al llegar al edificio, un hombre con bata esperaba por ella.
—Son las cinco de la mañana ¿Se puede saber que haces acá?
—Pasaba por el barrio y... —Venus le miró con los ojos entrecerrados y la ceja levantada—. Está bien, me gustó la cita de la otra noche y pensé que hoy que terminaba a la misma hora que tú, podría venir a verte.
—¿Cómo sabes a qué hora termino? —preguntó mientras se acercaba lentamente a él.
—Google... —le respondió justo antes de tirar de su cintura hacia él y besarla con fiereza.
—San Google —alabó ella en los cinco segundos que se separaron para coger aire.
Subieron a casa a toda velocidad y sabiendo que su niñera estaría dormida y su hijo también, decidieron desnudarse con prisa nada más cerrar la puerta y dejar un camino de ropa hasta la cocina.
Alexander cargó a Venus y la apoyó sobre la isla, se colocó entre sus piernas y devoró sus pechos. Le hizo estremecerse lo más silenciosamente que pudo; sobre la encimera, la banqueta, el suelo y finalmente, con su cuerpo sudado bajo las caderas de Vee en el sofá.
Mientras limpiaban, Lovi se escaqueó un momento y fue a por su teléfono para cotillear las redes sociales, moría de curiosidad por ver si Cruz le había escrito de vuelta, pero no lo había hecho.
Con un poco de mal humor, decidió alegrarse la vista revisando las historias de Instagram de CNCO, lo que, al contrario de lo que ella esperaba, no hicieron sino amargarla un poco más.
En ellas se veía a Joel, el cual tenía un don para captar momentos innecesarios, bailando con Erick y tras ellos, Chris besando a una rubia. Después, mientras ellos seguían bailando y Chris seguía besando, Zabdiel se iba de la mano con una morena.
Con el último vídeo, Chris había desaparecido y el humor de Afrodita con él.
Al salir del Lilith, Atenea y Fabricio iban tras Lovi, que había cargado un humor de perros durante los últimos quince minutos de limpieza, y casi chocan con ella en el momento que frenó en seco. Se agachó para ver si estaba viendo bien y segundos más tardes un rubio de ojos verdes salió del coche que se encontraba parado frente al local, con una gran sonrisa.
—Hola hermosa ¿Cómo estás?
—¿Qué haces aquí?
—Bueno, me escribiste y yo iba a responder cuando me dije ¿Y si voy a buscarla y al menos así reparo un poquito lo mal que me porté en nuestra primera cita? —se acercó a ella y sacó de su bolsillo un bombón Lind rojo, uno de sus favoritos—. ¿Me perdonas?
Lovi agarró su bombón y lo desenvolvió sin hacer aún ninguna mueca, ningún gesto que le dijera si aprobaba o no que él estuviera ahí.
—¿Has venido para traerme un bombón?
—Tengo la caja completa en el coche y había pensado en llevarte a casa.
—Vivo a cinco minutos andando de aquí.
—No, a la tuya no... a la mía.
Atenea le dio un pequeño empujón para que se fuese con él y rápidamente se alejó de ahí con Fabricio agarrado a su cintura.
Ahora le toca a Afrodita y también a Ati 🤭🤭🔥🔥
Ya vam por buen camino chicas
Ver y el doctor al fin hicieron mambo! 🤣🤣🤣🤣
Lovi hazte un poco la difícil con Cruz!
Vee y el Dr🔥🔥🔥