Capítulo 11 La venganza de Joel
- denovelasvalacosa
- 8 feb 2021
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Venus trabajaba sin descanso, los hombres parecían beber más que las mujeres, así que los cócteles salían sin parar, es más, Afrodita tuvo que meterse tras la barra para ayudar a cargar el lavavajillas en más de una ocasión, pues los vasos sucios abundaban y los limpios comenzaban a escasear.
Atenea podía sentir la mirada de muchos clientes clavada en sus nalgas, algo que no le gustaba demasiado, pero al menos había alguien ahí que lo que buscaba eran sus ojos y ella se reconfortaba cada vez que los encontraba.
-¿Me buscabas?- le preguntó en una ocasión a Fabi, que tenía la mirada perdida por la sala.
-¿Por qué supones eso?- respondió pícaro.
-¿Me lo niegas?- ambos rieron, se coqueteaban, eso estaba más que claro, pero ninguno era capaz de dar el paso para que algo entre ellos ocurriera.
Joel, cuando ya todos habían aceptado la apuesta, le escribió un mensaje a Vee, que esperó leyera pronto, contándole su idea y ella con gusto le dio el ok, así que cuando al fin dejó de atender a uno de los amigos de Cruz, alzó la mirada hacia la mesa y se encontró con los ojos de todos clavados en lo poco que se podía ver de su vestido verde. Entonces las miradas comenzaron a bailar entre ella y Joel, como si de un partido de tenis se tratara. El mexicano le guiñó un ojo y le regaló una sonrisa, algo que la Diosa correspondió con fingida timidez. Acto seguido agarró un par de botellas, la coctelera y comenzó a mezclar líquidos hasta crear un hermoso cóctel al cual habían puesto el nombre del local. Llamó a Afrodita para que lo fuera a servir y le explicó lo que debía hacer. Ella se rio y encantada entró en el juego.
-Hola caballeros ¿todo bien por aquí?- preguntó con la bandeja en la mano.
-Por supuesto bella, aquí todo chévere.
-Me alegro de escuchar eso -hizo una pausa y miró fijamente los ojos de quien le había hablado para después regalarle una sonrisa-. Bueno, aquí traigo una copa que me han pedido expresamente que dé con un mensaje -miró a Joel aguantando la risa y le tendió la bebida-. De parte de mi hermana Idlu, dice que espera que te quedes hasta que la fiesta acabe. -Afrodita se dio la vuelta para irse antes de que no pudiera aguantar más la carcajada y todos se quedaron con la boca abierta.
Joel miró a Vee, alzó la copa y se lo agradeció con otro guiño. Sus amigos abrieron las carteras y comenzaron a sacar los billetes. Todos menos Erick, el único que había creído fielmente en que podría conseguirlo.
A partir de ahí la noche se convirtió en un juego para todos, algo de lo que se encargó Atenea en cuanto se percató de que algo ocurría. Odiaba quedarse afuera, así que en cuanto escuchó a los chicos hablar sobre sus hermanas, corrió a la barra a preguntar que era lo que estaba pasando y su mente maquiavélica tramó todo un acting para hacerles pagar por las miles de veces que fastidiaron a su amigo.
-No me parece bien que le molesten cada vez que habla con nosotras y si él dice que no nos han reconocido... ¿Por qué no jugar un poquito con sus egos?
-¿Qué quieres decir?
-He visto como os miran, incluso a mí me han comido con la mirada, así que es obvio que les gustamos. ¿Qué os parece si jugamos con ellos un poquito? Es decir, podemos darles pie a que coqueteen con nosotras pero luego la atención se la damos a nuestro amigo.
-¿No es un poco mucho? No sé que pensará Joel- comentó Afrodita.
-Yo estoy dentro, a mi me convenciste con lo de jugar con sus egos. Le voy a escribir a Joe y le pregunto que le parece el plan.
-Okay, okay, sí él dice que sí, me apunto- la sonrisa de Atenea fue amplia, tanto que a Lovi le dio miedo seguirle en otra más de sus malvadas ideas.
A Joel se le escapó una sonrisa cuando leyó el mensaje, algo que no pasó desapercibido para Erick, a quien tuvo que “mentir” diciendo que era una de las chicas del gimnasio.
Cuando los ángeles salieron del escenario y el foco de atención volvió a la Mc Lilu, los hombres de la sala aplaudieron aun sin saber lo que se les venía. A Atenea le encantaba jugar con la sexualidad, por eso fue incapaz de decir que no cuando le propusieron un negocio como aquel, así que caminó por la sala, paseando la punta de sus dedos por todos los clientes que se encontraba en su camino.
-Quería aprovechar para contaros un secreto sobre nosotras, las mujeres. -Lo dijo con la mano sobre el hombro de Cruz-. ¿Ustedes saben lo que es...? bueno, mejor le voy a preguntar a él. -Miró directamente sus ojos y prosiguió-. Hola bombón ¿Tú sabes lo que es el sexo?
-Sí... -Al parecer esa interacción no le estaba resultando cómoda-. Es cuando dos personas se dan placer. -Continuó al ver que ella no apartaba el micrófono de sus labios.
-Muy bien bonito, se ve que has estudiado. Ahora... ¿Sabéis cómo darnos placer? Veréis, a todas las mujeres que vienen a este lugar les hago la misma pregunta y todas contestan lo mismo -Hablaba mientras se acercaba a la mesa de los chicos-, quieren que os acerquéis a ellas -se colocó tras Richard, al que se le erizó la piel al sentir su respiración en la oreja-, y les preguntéis ¿Qué quieres que haga?- se alejó y continuó su camino-, y en cuanto recibáis una respuesta, sin replicar, sin esperar... nos lo deis- rozó el hombro de Zabdiel, que se había sentado-. Y lo que más nos gusta es que os acerquéis a nuestro oído -continuó mientras posaba su mano sobre el abdomen de Joel y comenzaba a subirle la camisa-, y con un susurro nos preguntéis: ¿Te gusta así? -Joel se tensó pues no esperaba tanta sensualidad por parte de su amiga; ella le rodeó y quedó a escasos centímetros de sus labios, separados únicamente por el micrófono.
-Mambo -dijeron todos al unísono mientras aguantaban la risa.
-Se puso rojito -señaló Chris.
Tras el gran discurso de Atenea y lo caliente que había dejado a los chicos, se alejó de ellos y volvió a la barra donde se rieron de sus reacciones. En ese momento todos estaban pendiente de las Diosas, ignorando por completo a Ariel, la pelirroja que bailaba sobre una silla en el escenario. Ellas se dieron cuenta, eran demasiado obvios, así que Ati les guiñó el ojo, algo que esperaba entendiesen, era un acto dirigido hacia Joel.
Se disiparon y volvieron a sus labores, aunque Afrodita se distrajo un poco con la presencia de Cruz que no le quitaba el ojo de encima. Y a pesar de que ella no se dio cuenta en ese momento, no era el único en la sala que la observaba.
-Esas chamaquitas me están volviendo loco brother -le confesó Richard a Christopher cuando le encontró con la mirada fija.
-Te entiendo compadre, pero creo que ninguna nos hará caso esta noche.
-¿Por qué dices eso papi? ¿Qué tú no viste como se acercó la rubia?
-Sí y como tocó el cuerpo de Joel también, creo que fue a nuestro amigo a quien le guiñó el ojo.
-Bueno, no problem brother ¿Viste la otra morena? ¿Lili?
-Sí, la que está hablando con aquel tipo dices ¿verdad?
La Diosa del amor se paró a hablar con Cruz en el momento en el que, al dejar unas copas, él rozó su cintura con la mano. Ese gesto, ese simple gesto, hizo que sus piernas gritaran <<Llévatelo al baño, lenta>> pero no lo hizo, simplemente le explicó porque le dio un número erróneo y le confesó las ganas que tenía de que la llamara para salir a cenar. Después agarró la bandeja de nuevo y siguió recogiendo copas mientras lanzaba miradas pícaras a todos los de la sala como parte de su trabajo.
-Chicos, me voy a poner colorada como sigáis mirándome tan fijamente. -Dijo al llegar a la mesa de CNCO. Sonrió y fingió timidez.
-Es que una chica tan bonita como usted no se ve todos los días -contestó Richard poniéndole ojitos.
-Gracias bombón, pero aquí hay chicas mucho más bonitas -respondió ella mirando hacia el escenario donde los ángeles estaban bailando.
-No digas eso, tú te ves bien bonita -admitió Christopher.
-No lo siento así, pero supongo que será porque el chico que me gusta es el único que no me está mirando -y dirigió la vista hacia Joel.
-Mambo- se escuchó, pero esta vez quien lo dijo fue Erick, el cual estaba disfrutando con todo aquello.
Joel la miró con fingida inocencia y ella le sonrió, agachó “tímidamente” la mirada y terminó de recoger los vasos para darse la vuelta e irse contoneando sus caderas de forma nada disimulada.
Tras unas horas Christopher decidió acercarse a la barra para hablar con quien fuera necesario y así preguntarle si podían sorprender a Erick por su cumpleaños. Él estaba dispuesto a pagar cualquier cóctel o extra que fuera necesario, pero Venus, que fue quien le atendió, le regaló una sonrisa, un déjalo en mis manos y se alejó de él para hablar con sus hermanas.
-Chicas, Chris me preguntó si podíamos darle una sorpresa a Erick, ya saben que ayer fue su cumpleaños así que pensé que podíamos hacer algo... especial.
-Por mí perfecto -respondió con gusto Lovi mientras Atenea movía los morros de un lado al otro pensando en que podía ser.
-Tengo una idea, voy a hablar con las angelitas, mientras prepara “El beso del diablo” para él.
Caminó con prisa hacia las chicas que ya se encontraban descansando en el vestuario y les pidió si antes de marcharse podían hacer un número final exclusivo. Les comentó la idea y quien era el chico a quien debían hacerle el baile y ellas aceptaron con gusto. Es más, Luz sabía perfectamente quienes eran los clientes de la mesa junto al escenario.
Una vez el cóctel estuvo listo, Atenea subió al escenario y Afrodita acercó la copa a la mesa mientras su amiga hablaba por última vez.
-Me han dicho que uno de ustedes está celebrando su cumpleaños -posó su vista en la mesa de CNCO y Erick se sonrojó y comenzó a reírse.
-¿Eres tú el cumpleañero? -preguntó en ese momento Lovi, aunque para sorpresa de todos la pregunta iba dirigida a Joel, quien negó con la cabeza.
-No, fue el cumpleaños de Erichuki -comentó Richard señalando al menor.
-Menos mal porque no me habría gustado nada que esto fuera para ti. -Seguía mirando a Joel, quien sonrió divertido. Después giró su cabeza hacia donde Erick se encontraba y le tendió la copa.
-Ahí está el cumpleañero -afirmó mientras Lili le señalaba-, quien está recibiendo un regalo de parte de la casa, se llama “El beso del diablo” y dicen que es capaz de enloquecer a criaturas divinas, sacando de ellas la parte más libidinosa, lujuriosa, para después dejarlas sin alma y sin memoria.
Todo en el mundo en la sala aplaudió y esperaron a que el joven se tomara aquel trago que prometía ser la perdición.
-Si no te lo bebes tú me lo tomo yo de una compadre -le amenazó Chris al ver que lo miraba con miedo.
Agarró el vaso mientras la música iba subiendo y las angelitas se iban colocando en el escenario listas para bailar. De un trago el cóctel entró a la perfección, generando un ardor desde su esófago hasta el estómago. Se quejó, movió la cabeza con velocidad como si así fuera a pasar antes el dolor y finalmente sonrió.
-Bueno hermoso, ahora que has bebido el elixir del deseo ¿Qué tal si subes a que mis chicas te den tu regalo?
Lovi, extendiendo su mano hizo que Erick se levantara de su silla. Después le miró a los ojos y le preguntó.
-¿Listo para las verdaderas tentaciones del infierno? -tragó saliva y se rio nervioso-. Recuerda que no se puede tocar, ojos bonitos, sino mis hermanos se desharán de tus lindas manos muy rápidamente.
La noche terminó poco después y todos salieron a excepción de Cruz, Joel y Erick que trataba de enterarse con quien iba a quedarse su amigo, ya que toda la noche se la había pasado coqueteando con las dueñas del club.
-Erick espérame afuera, voy a despedirme de las chicas.
-¿Ya te has decidido por una loco? -preguntó su amigo entre risas que denotaban su grado de alcoholemia.
-No, le voy a pedir el número a las tres y ya me decidiré otro día -le respondió riendo y a sabiendas de que según saliera por la puerta se lo contaría al resto del grupo.
Una vez Erick se había ido, Joel se acercó a Atenea para darle las gracias y decirle lo divertido que había sido jugar con ellas.
-No hay de que Joelin. A mi me encanta bajarle los humos a la gente.
-Gracias igual por lo de Erick, estuvo divertido.
-Sí, me encantó ver su cara de pánico cuando Ariel le cogió de la mano y se la acercó a las piernas, seguro pensaba que Batista o alguno de los chicos se la iba a cortar.
-Joe, ¿ya te vas?- le preguntó Venus, la cual salía de la barra para dirigirse al vestuario.
-Sí Vee, ya es hora de volver a casa... supongo, no sé que querrán hacer estos locos.
-Diviértete a su costa y farda de lo bien que te hemos tratado. -Su amigo la miró dubitativo pues no sabía si había entendido que significaba lo que había dicho-. Digo que... ¿Cómo se decía en inglés? Rub in their face how well we’ve treated you. -Entonces él entendió y se rio ante la ocurrencia de Atenea.
Y mientras ellas se despedían de Joel, Lovi trataba de aclararle un par de cosas a Cruz, que no había quedado nada contento con la actuación de la chica con respecto a su amigo, cuando fingía que le gustaba con caricias y miraditas juguetonas.
-¿Tardarás mucho en salir?- le preguntó.
-Un ratito, ahora tenemos que recoger y limpiar... ¿Quieres esperarme? -coqueteó.
-Creo que alguien más te está esperando. -Señaló con la cabeza hacia donde se encontraba Joel y Afrodita le miró aguantando la risa hasta que vio que él seguía demasiado serio y no pudo contenerlas más-. Lo siento, soy un idiota, apenas nos conocemos y estoy aquí...
-¿Haciéndome una escenita de celos? Sí, pero resulta tierno. Joel es nuestro amigo desde que llegamos, todo eso fue para molestar a sus colegas. -Se quedó callada por un minuto y luego volvió a reír-. Así que celoso...
A la mañana siguiente las chicas decidieron relajarse un poco y aprovechando que el pequeño seguía en casa con Batista y su hijo, se fueron a la playa para relajarse, donde se encontraron con Joel, que había decidido pasar de las horas de gimnasio para nadar en el mar con sus amigas y así contarles como fue la vuelta a casa.
-Los chicos no dejaron de hablar de ustedes todo el camino, en especial me preguntaban porque no había ido detrás de ti -dijo refiriéndose a Venus-, cuando saliste del local y me tiraste tu beso de buenas noches.
-¿De verdad esperaban que corrieras detrás de mí?
-Claro wey, debí hacerlo, debí acompañarte a casa, no es seguro que camines por ahí tan tarde y sola.
-Tranquilo Joe, me puedo cuidar solita, de todos modos hubiera sido divertido ver sus caras.
Lovi se levantó de la toalla, sentía que si seguía un minuto más ahí tumbada volvería a casa convertida en carbón. Salió corriendo hacia la orilla mientras Joel le gritaba.
-Afrodita espera que me voy a bañar contigo.
-¿Puedo acompañarles? -preguntó alguien a su lado.
-Erick loco ¿Qué haces acá?
-Quedé en verme con Jaime antes de que volviera a su casa. -Vee levantó la vista y se topó de lleno con la del menor.
-Veo que estás muy bien acompañado. -Lovi salió del agua y vio a Erick junto a la de Joel, así que comenzó a caminar más despacio, le daba demasiada vergüenza que la viera en ropa de baño.
-Sí, ya te dije que le iba a pedir el número a las tres. -Comentó divertido.
-Cierto brother. Hola chicas yo soy Erick y ustedes ¿Cómo se llamaban? -Por un segundo Vee dudó en si decirle su nombre real o su alias, pero Joel se adelantó.
-Ellas son Venus, Atenea y la loquita que viene por allá es Afrodita.
-Encantado chi... -Erick reaccionó tarde, pero se dio cuenta de que esos nombres ya los había escuchado antes y hacían referencia a otras amigas de Joel-. Espera, espera, espera ¿son tus amigas del gimnasio?
-Sí wey -se rio ante la cara del de ojos verdes y las Diosas no pudieron contener las carcajadas.
-So lo de ayer estaba preparado.
-No, en verdad no, pero resultó divertido improvisar sobre la marcha. La próxima no sean tan jodidos con Jojo -le advirtió Lovi mientras se sentaba en su sitio.
-Actuaron bien, lindas, yo me la creí. ¿Le vas a decir a los chicos que ya las conocías?
Joel miró a sus amigas esperando una respuesta por su parte, a él le había gustado divertirse a su costa por un tiempo, así que por el mexicano podían seguir un poco más. Atenea, con su maquiavélica mente negó con la cabeza y Venus se rio al ver que ella tampoco quería que la diversión terminase.
-Creo que aún podemos divertirnos un poco, pero Erick, tienes que prometer que serás nuestro aliado, que no le vas a contar a nadie nuestro secreto.
-Sino hablaremos con nuestros hermanos y te cortarán las manos. -Bromeó Afrodita acordándose de la cara que puso la noche anterior al escuchar esas palabras.
-No chicas, él sabe lo que le conviene po -dijo Venus con malicia.
-Claro, claro, esto será nuestro secreto, yo puedo ser un buen compinche.
Jajajaja ya me imagino la cara de Érick, así quedó 🤡🤡🤡 Jajaja
Me encanta que te haya gustado jajajajaja
Habrá otra noche masculina??
Hasta yo me divertí leyendo este cap
Amé este cap