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Afrodita-Lili

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Venus-Idlu

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Atenea-Lilu

Capítulo 10 Noche masculina

  • Foto del escritor: denovelasvalacosa
    denovelasvalacosa
  • 4 feb 2021
  • 9 Min. de lectura

Las fiestas terminaron y tocaba reorganizar todo para el nuevo año y la nueva realidad del club. Los chicos tendrían una noche libre sobre los escenarios, pero Blacke y Jaden aceptaron la oportunidad de ser parte del stuff de seguridad. Algo que por supuesto no les sorprendió a las chicas. Los bailarines tenían su alias bien elegido. Blacke, el ambicioso Mammón, que aceptó con tal de seguir ganando dinero. Y Jaden, el iracundo Amón, que no dudó en proteger el reino de Lilith de posibles amenazas. No en vano había sido militar.

La mañana siguiente al uno de Enero, aprovechando que el pequeño Tebbi y Freya estaban con Kerly, Afrodita y Venus salieron para promocionar la noche masculina, donde todos los pecadores de Miami tendrían invitación directa para disfrutar de los ángeles del Lilith.


De camino a casa, cuando ya apenas le quedaban panfletos, nuestras Diosas iban patinando y hablando, ajenas a la realidad que les rodeaba, cuando dos cuerpos se cruzaron en su camino y chocaron como si de un muro se tratara. Los flyers salieron volando y esos dos hombres a los que habían atropellado, las sujetaron antes de que corrieran la misma suerte y terminaran en el suelo. Vee y Afrodita alzaron la vista y sus ojos se abrieron de tal manera que no pudieron evitar hacer reír a quienes aún las sujetaban.

– ¿Estás bien? –preguntó Zabdiel preocupado.

– Eeeh... –Afrodita titubeó, no podía responder.

Mientras, Venus, observaba a Richard y afirmaba con la cabeza. Por primera vez se había quedado sin palabras.

–Oye brother, creo que las dejamos sin habla. –Rio el moreno mientras las chicas se estabilizaban sobre sus patines y se separaban un poco de ellos.

–Sí, disculpadnos, estábamos distraídas. –Contestó Lovi tras tragar saliva.

Se agachó a recoger la publicidad que había quedado desparramada por el suelo y Venus la siguió.

Richard y Zabdiel, como los caballeros que son, se agacharon para ayudarlas, pero cuando ellas ya tenían una cantidad considerable en las manos, se incorporaron y comenzaron a patinar de nuevo, alejándose así de los cantantes.

–Gracias por no dejarnos caer chicos, nos vemos. –Dijo al fin Venus mientras patinaba en reversa para así poder verles la cara.

Les guiñó un ojo cuando ellos alzaron la vista y se despidió con la mano, perdiendo totalmente la vergüenza. Los chicos se despidieron de ellas con una sonrisa, les había parecido cómico el momento y raro, por supuesto.

–¿Qué pasó hermano, qué tanto tú estás mirando? –Preguntó el boricua al ver que su amigo no apartaba la vista de uno de los flyers.

–Brother, ya tenemos plan sorpresa para el cumpleaños de Erick. –Rio pícaro.

Christopher, que no andaba muy lejos, llegó hasta donde estaban sus amigos en el preciso instante en el que terminaba la frase.

–¿Quién dijo fiesta? –preguntó entre risas mientras se percataba de la cantidad de papeles que había en el suelo–. Noche masculina... Lilith... cuatro de enero –leyó en voz alta–. ¿Quieren llevar a Erick a un club de striptease?

–No sé si será una buena idea. –Argumentó Zabdiel, siendo, como siempre, el más serio de los tres.

–A mí me parece chévere. I'm in. –El boricua puso los ojos en blanco, sabía que decir cualquier otra cosa sería perder el tiempo.

Esos dos siempre tenían ideas locas, pero al final terminaban divirtiéndose. Chris sacó su teléfono y sin perder más tiempo llamó a Joel para contarle el plan.

–Hay un club nuevo, está en Brickell, se llama Lilith, –dijo el ecuatoriano entusiasmado. Joel se atragantó y comenzó a toser mientras su amigo seguía hablando–. ¿Vas a llegar a tiempo para la fiesta?

–Eh... –El mexicano se quedó callado y pensativo por unos segundos–. ¿Quieren llevar a Erick a un club de striptease? –preguntó aguantando la risa.

–Yo pregunté lo mismo compadre, pero me parece super cool la idea.

–Of course brother, eso va a estar Fustin bistin no tostin. Do you know what I mean?

–Zabdiel, What do you think?

–Yo no sé papi, estos locos creen que va a estar divertido... ¿Qué tú piensas?


El teléfono del Lillith comenzó a sonar y Atenea, que era la única que estaba en el club, se dirigió hacia la barra para atender.

–Club Lilith, habla Lilu, ¿Qué desea? –preguntó al descolgar.

–Hey, hola, sí... bueno, quería hacer una reserva para siete.

–¿Para esta noche?

–No, no, para el martes, la noche masculina.

–¡Oh! De acuerdo. ¿A nombre de quien quiere hacer la reserva?

–Erick Brian Colón. –Atenea se atragantó al escuchar el nombre y carraspeando respondió.

–Muy bien señor Colón, su reserva queda realizada. Les esperamos en nuestro pedacito de infierno.


Los días posteriores se hicieron eternos. Las chicas pusieron el grito en el cielo al enterarse de que CNCO haría su aparición por el club. Todos a excepción de Joel que ya les había comunicado su día de llegada. Sería justo antes de su vuelo a Sudamérica.

Afrodita y Venus se prepararon bien para esa noche. Una mañana en el spa, una tarde de compras y un comienzo de noche de calma en casa, imaginando, sin poder evitarlo, como sería tenerles tan cerca durante tantas horas.

Lovi repetía en su cabeza las miles de conversaciones que podría tener con ellos y Vee se decía a si misma que no podía llevarse a ninguno al baño.

–Profesionalidad chicas. –Les pedía Atenea cada vez que veía sus miradas perdidas en el horizonte.


Las puertas del Lilith se abrieron con una Afrodita radiante a la entrada. Su vestido color vino de seda fluida dejó a todo el que esperaba con la boca abierta. No por lo corto que era ni por el escote que mostraba, sino por como resaltaba su contorneada figura.

Los grupos fueron pasando mientras Batista vigilaba la puerta. Ese sería su nuevo cometido de los martes, seguridad del local junto a Blacke y Jaden.

Afrodita volvió una vez más, tras dejar a un grupo joven que no paraba de elogiar sus piernas y, distraída con la lista de reservas, no se percató de que justo delante de ella unos ojos verdes la miraban con vergüenza.

–Hola, ¿tiene reserva? –preguntó mientras contenía la risa.

–¿Afrodita?

–Mi nombre es Lili, –le dijo con una sonrisa divertida. Podía ver como él quería que la tierra se lo tragase, así que decidió divertirse un poco a su costa–, voy a ser la host en esta fiesta del pecado y la lujuria ¿Tiene usted reserva?

–No... no sabía que fuera necesaria. –Comentó alguien a su espalda.

–Y no lo es, pero deberán acomodarse en la barra pues las mesas estarán todas ocupadas. ¿Su nombre? –Preguntó mirando hacia los ojos verdes que aún tenía en frente.

–Soy Cruz... Bryan Cruz. –Contestó a lo James Bond, aunque sin pretenderlo.

–Somos cuatro. –Volvió a hablar un chico tras él.

–Está bien, acompáñenme, les mostraré el infierno en la tierra.


Al volver a la entrada, como si fuera cosa del karma por burlarse de Cruz, la cara de alguien demasiado familiar esperaba en la puerta, ansioso, con una sonrisa infantil y divertido ante los comentarios de sus acompañantes. Tragó saliva antes de atreverse a abrir la boca y sentía que sus glándulas salivales habían dejado de funcionar, tenía los labios secos y la garganta áspera. Estaba demasiado nerviosa ante su presencia, pero tenía que hacer su trabajo, así que una vez él cruzó su mirada con la de ella y le sonrió, Afrodita no tuvo más opción que hablar.

–Hola, ¿Tiene reserva?

–Hola... esto... sí –Él también parecía nervioso–. Está a nombre de Erick Brian Colón.

–Encantada señor Colón, mi nombre es Lili y hoy seré sus host, bienvenido al Lilith, un pedacito de infierno en el que disfrutar pecando. ¿Viene acompañado? –preguntó aun sabiendo la respuesta pues podía ver como Richard, Zabdiel, Christopher y Alan la miraban fijamente.

–Sí, seremos siete, pero ahora mismo sólo vinimos cinco, los demás están retrasados.

–No hay problema, síganme, les indicaré donde está su mesa. –Lovi comenzó a caminar en dirección a la sala y ellos la siguieron sin poder despegar los ojos de sus caderas que se contoneaban al son de cada paso–. ¿Todo bien? –Preguntó picarona al girarse. Les había visto con la mirada demasiado baja a través del espejo.

–Mambo, –dijo Richard antes de contestar. Lo que generó en ella una pequeña risa–. Sí mami, todo cool, la seguimos donde usted vaya... –Afrodita sonrió y siguió caminando mientras escuchaba las carcajadas de Christopher y la risa nerviosa de Erick.

–A su derecha tienen la barra, cualquier bebida que necesiten sólo tienen que acercarse y los mejores bartenders de la ciudad les atenderán. Su mesa es ésta, –señaló a la que quedaba justo entre la barra y el escenario–. Espero que sea de su agrado.

–Claro que sí hermosa. –Contestó el dominicano guiñándole el ojo mientras ella se alejaba.

–Mira tú quien le está lanzando los perros a la host, compadre... –se rio Christopher.

–¿Pero tú viste que hermosuras? ¡Mira a la chamaquita de la barra loco, está bellísima!

–Si las chicas que trabajan acá son así de hermosas, no me quiero imaginar las bailarinas compadre.


Lovi siguió con su trabajo mientras Venus, en la barra, atendía no sólo a Cruz, que ya había captado su atención y la había perdido en el preciso instante en el que Afrodita le mandó un mensaje: [Atiende bien al de la barra pero no me lo emborraches, es el chico que te conté. PD: Dale amor a nuestros chicos, ya están en su sitio.] sino que también se animo a pedirle a Fabi un cambio de lugar.

–Hoy si te parece atiende tu a los clientes de la derecha, yo me encargo de la zona del escenario.

–¿Tiene algo que ver que los chicos de la mesa de ahí no te quiten la vista de encima, chanchi?

–Tiene –respondió ella con un guiñe de ojo.

–Está bien po, pero con una condición, –ella le miró con los ojos entrecerrados–. Mañana me preparas algo rico de comer. Extraño al Tebbi. –Ella se rio, sabía que no lo hacía sólo por su bebé, también tenía la esperanza de ver a Ati fuera del ambiente laboral, como durante las fiestas donde, sin duda, había surgido una química entre ellos que casi podía palparse.



Atenea ya estaba lista para salir al escenario, al igual que los ángeles, que lucían preciosos vestidos blancos, vaporosos y traslucidos que dejaban intuir la ropa interior que había tras ellos.

Quedaban pocos segundos para cerrar las puertas, todas las reservas habían entrado, incluido Jaime, uno de los amigos de Erick y las luces estaban a punto de apagarse para dar paso a Ati, que ya tenía el micrófono en la mano.

–¡Esperen! ¡No cierren! –se escuchó un grito. Batista iba a ignorarlo pero Afrodita, que aún estaba por ahí, le reconoció y frenó a su socio.

–¿Joel? –preguntó asomando la cabeza por la puerta.

–Sí bonita, no cierren... –se escuchaba como se acercaba jadeando.

–¡¿Qué haces aquí?! –le preguntó mientras le abrazaba fuerte–. Te he echado mucho de menos.

–Quería darles una sorpresa, por eso no les dije que venía para el cumpleaños de Erick. No podía no venir, –trataba de recuperar el aliento, al parecer había corrido todo el camino–. Cuando los chicos me dijeron que venían aquí, no lo dudé.

–¿Y por qué vienes corriendo? ¿Acabas de llegar?

–No, sólo que me retrasé arreglándome... ya sabes, esta belleza no es tan fácil de mantener.

–Tan modesto como siempre... Pasa anda, tus amigos te estarán esperando, están cerca de la barra, por la parte de adelante. Por cierto, en la barra está Idlu, bueno, Venus, pide lo que quieras bonito mío, invita la casa.


Las luces se apagaron y un gran foco alumbró la entrada del vestuario, del cual salió Atenea, contoneando sus caderas dentro de un precioso vestido dorado que era tan ajustado que parecía una segunda piel.

– Antiguamente, durante el imperio romano, mientras pagaras tus impuestos al emperador, podías adorar a quien quisieras, donde quisieras y como quisieras... la libertad tenía un bajo precio... –Hizo una pausa mientras miraba fijamente a un señor de unos cuarenta bastante atractivo–. ¿Sabes qué adora la gente más que la libertad? –Le preguntó. Él se encogió de hombros–. La belleza chicos. –Siguió andando mientras hablaba y las luces se encendían de forma gradual, muy lentamente–. Así que si belleza es lo que realmente deseáis contemplar, aquí podréis contemplar toda la belleza que queráis. Eso sí, con unas reglas muy claras. –Se quedó apoyada en el saliente del escenario mientras continuaba–, No se puede tocar. –Se mordió el labio–. ¿No os pasa que cuando se os priva de uno de vuestros sentidos, los demás se refuerzan? Hoy queremos que sintáis a las chicas con la vista, con el olfato, que paladeéis su olor combinado con el sabor de nuestros cócteles y que vuestros oídos se deleiten con la música que vamos a escuchar esta noche. ¿Estáis listos? –Se escucharon aplausos, silbidos y gritos por toda la sala.

Las luces se apagaron de nuevo y sólo la luz negra iluminó el escenario, mostrando a los ángeles que ya se encontraban sobre él.

Casi todas las miradas estaban fijas en las bailarinas, a excepción de algunos hombres que preferían contemplar a las propietarias del lugar.

Joel, por ejemplo, observaba como sus amigas se movían con soltura en su propio “escenario”.

–Se te cae la baba Joel. –Le reprochó Jaime cuando le encontró mirando a Vee trabajar. A él le pareció gracioso pues era incapaz de ver a sus amigas con esos ojos.

–Ya mexicanito deja alguna mujer para nosotros, tú ya tienes a tus novias del gimnasio. –Le molestó Christopher, el cual tampoco había estado atento al baile sino a Afrodita, quien caminaba por la sala recogiendo las copas ya vacías.

–Papi, Joel no tiene nada que hacer con esa chamaquita, está caliente disque conmigo. –Replicó Richard, algo que le dio una idea al mexicano para por fin vengarse de sus amigos y de lo pesados que habían sido con él durante la gira. Era obvio que no las habían reconocido así que ¿por qué no jugar con esa ventaja?

–Les apuesto lo que quieran que consigo que me invite un trago sin necesidad de hablarle.

 
 
 

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7 Comments


Yeslin Vela Andrade
Yeslin Vela Andrade
Mar 09, 2021

Se viene la venganza de Joel jajjaja

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denovelasvalacosa
denovelasvalacosa
Mar 09, 2021
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Se viene!!! Jajajaja

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Yeslin Vela Andrade
Yeslin Vela Andrade
Mar 09, 2021

esta belleza no es tan fácil de mantener..... morí con esa jajajaja Joel siendo Joel

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Yeslin Vela Andrade
Yeslin Vela Andrade
Mar 09, 2021
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Yo tampoco lo puedo leer

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Lou <3
Lou <3
Feb 05, 2021

Joel aprovecha tu ventaja, ya quiero ver la cara del restoo

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Lou <3
Lou <3
Feb 05, 2021

Uyyyy esto se puso buenooo

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Joel Pimentel

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Erick Brian Colón

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Christopher Vélez

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Richard Camacho

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Zabdiel de Jesús

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